"Es un crack, está como un cañón". Yolanda Fernández, la madre de Germán Fernández, el joven agredido el pasado verano en Fomento, confirmó ayer los buenos presagios: el joven camarero gijonés se recupera a pasos agigantados de la operación que le fue practicada el pasado lunes en el HUCA para reconstruirle parte de los huesos de la cabeza.

El mejor ejemplo de su mejoría es su apetito. "El lunes ya cenó y hoy (por ayer) ya hizo todas las comidas", asegura su madre, "aguanta todo lo que le echen". El joven fue trasladado el mismo lunes a planta y desde entonces reposa en una habitación del centro hospitalario.

Un reposo que, por una cuestión meramente protocolaria, deberá alargarse más de lo que en un principio valoraba su familia. "Tiene que estar unos días más ingresado", relata Yolanda Fernández, que estima que Germán podrá recibir el alta la semana que viene.

Ello hará que retrase una semana su viaje a Madrid, donde continuará su recuperación en el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (Ceadac). La idea de Yolanda era viajar con él a la capital el próximo lunes, pero "lo dejaremos para el lunes siguiente. Así también puede descansar una semana en casa, que después de la operación y todo, le vendrá bien".

Antes, el joven camarero gijonés continuará recuperándose en el HUCA. "Pasó muy buena noche, está muy tranquilín y encantado, quiere seguir con la recuperación cuanto antes", relata su madre, que cuenta que el personal sanitario le ayudó incluso a levantarse de la cama. Una acción que Germán realizó como todas las que lleva a cabo en los últimos meses: "sonriendo", como confirma Yolanda Fernández. Será ella quien viaje con él a Madrid para continuar su recuperación tras cuatro meses de progresos ininterrumpidos en el Institut Guttman de Barcelona.