Unas 20 personas que se bañaron en la playa de San Lorenzo durante el último fin de semana de mayo, cuando se produjo un vertido de aguas fecales en el río Piles que afectó al principal arenal gijonés, sufrieron posteriormente dolencias gastrointestinales o irritación en ojos y piel. Los análisis de las muestras de agua tomadas en la playa al día siguiente al que se produjo el vertido, desvelaron la presencia de bacterias fecales como esterococos intestinales y eschericia coli (e-coli).

Ese cúmulo de infecciones tras el baño en aguas sin las condiciones de salubridad para ello, supuestamente, afectó a un monitor y a varios alumnos de tres escuelas de surf, entre ellos varios niños y jugadores de un club de rugby de la Comunidad de Madrid, que estaban aprendiendo a cabalgar las olas.

El servicio de Salvamento de playas del Ayuntamiento de Gijón optó por no prohibir el baño, a pesar de haber sido alertado por la situación por el portavoz de la Coordinadora Ecologista de Asturias, Fructuoso Pontigo, quien señala que "llamé para avisarles el sábado (el 26 de mayo) para que tomaran muestras y cerraran la playa y la persona que me atendió me dijo que ya la cerrarían 'la semana que viene', literalmente". No fue posible obtener ayer la versión del equipo de salvamento de playas, dado que la persona que entonces atendió el teléfono es de un turno distinto. Los ecologistas también avisaron "por escrito, el sábado por la mañana", al Servicio de Vigilancia Ambiental del Principado y a la Policía Ambiental del Ayuntamiento de Gijón para que tomaran medidas, algo que no hicieron, agrega el representante ecologista.

La situación va a cambiar a partir de ahora. El Ayuntamiento ha decidido que cada vez que aparezcan manchas de entidad en la playa de San Lorenzo se cerrará al baño. La vista no era el único sentido para percatarse de lo que estaba ocurriendo. El fin de semana en el que se produjo el vertido fecal varios surfistas alertaron del "olor a cloaca".

"Como no nos habían informado los de Salvamento, la gente se echó al agua", señalaban ayer trabajadores de una de las escuelas de surf . El resultado fue que uno de sus monitores y 4 alumnos acabaron con "con flojera de tripa y alguno vomitando". No precisaron atención médica, pero sí estuvieron unos días convalecientes en sus casas, explica.

En otra de las escuelas, dos de los alumnos también sufrieron problemas gastrointestinales y un tercero irritación en los ojos, según les dijeron con posterioridad sus padres a los monitores.

Ocho jugadores de rugby infectados

Ocho jugadores de rugby infectadosEn la tercera de las escuelas coincidieron con problemas gastrointestinales "algún crío" de aquí e integrantes de un club de rugby madrileño. Este club realizaba un viaje de fin de temporada a Asturias, en el que participaban 30 personas, alojándose en Oviedo. Un grupo optó por hacer un curso de surf el sábado por la mañana. El resultado fue que cuando estaban llegando a Madrid, al día siguiente, ocho de los jugadores senior "empezaron con fiebre, cagalera y vómitos", teniendo que acudir a urgencias en un hospital y los cinco más perjudicados faltando al día siguiente al trabajo. Una novena persona del club, que se había metido en el agua hasta las rodillas para hacer fotografías de sus compañeros, también acabó experimentando picores en las piernas, señalan responsables del club, que indican que una de las afectadas aún seguía ayer con problemas gastrointestinales.

El responsable de la escuela de surf a la que habían acudido puso en duda que la coincidencia de esas dolencias tuviera que ver con el estado del agua. No lo ven así directivos del club de Rugby que señalan que los 30 miembros de la expedición comieron lo mismo y que sólo enfermaron los que entraron en el agua en la playa gijonesa, un agua que "era del mismo color que la arena, vimos mierda flotando, troncos y muchísimas algas. Nosotros que somos de Madrid no lo tenemos por qué saber, pero ¿alguien que es de mar no se da cuenta de que no estaba en condiciones?". Los responsables del club destacaron el buen trato que recibieron del personal de la escuela de surf que les ha informado de que "también se han puesto malos" algunos de sus monitores.