La lonja de El Musel está teniendo uno de los mejores años en cuanto a subastas de bocartes, tras haberse cerrado el pasado jueves la pesquería de esta especie en el Cantábrico. La costera del bocarte dejó en Gijón 880.000 kilos subastados de esta especie. Hasta el mes de julio no se volverán a ver en la cancha de la rula gijonesa boquerones, dado que la pesquería se ha clausurado por el agotamiento del cupo concedido para España para el primer semestre del año, el 90% del total. El 10% restante se reservó para el segundo semestre del año.

La flota de cerco que participó en la costera, más de 70 embarcaciones en su mayoría de Galicia, País Vasco y Cantabria, junto a cuatro de Asturias, fueron descargando sus capturas en el puerto más cercano al que faenaban en cada ocasión. A El Musel parte de la flota arribó en nueve ocasiones, 13 pesqueros el día que menos y 68 en la jornada de mayor afluencia.

El precio medio alcanzado en las subastas ha sido bueno para el volumen de la oferta que se manejó. La media fue de 2,87 euros por kilo, si bien se llegaron a alcanzar máximos de 7,64 euros por kilo y un precio mínimo de 0,46 euros por kilo. La oscilación de precios tiene que ver en gran medida con la calidad de cada lo que se subastaba, esto es, con el tamaño de las piezas y con el tiempo transcurrido hasta la subasta.

Los 880.000 kilogramos subastados en la lonja de El Musel en esta primera fase de la costera del bocarte suponen ampliamente cuatro veces y media los 189.804,40 kilogramos que se subastaron en todo 2017. La cifra, no obstante, aún queda lejos de los 1.415.000 kilogramos de bocarte que se rularon en la lonja gijonesa el año 2015. Entre medias, 2016 fue un año que se saldó en blanco para la rula de El Musel en esta especie.

La mayor parte de las capturas de boquerones que llegan a la lonja de El Musel acaban convirtiéndose en anchoas. En esta primera fase de la costera acudieron al puerto gijonés conserveras de Galicia, Cantabria y Asturias, principalmente. Una parte menor de las capturas también se vendió para su comercialización en fresco en las pescaderías asturianas.

En 2015, año excepcionalmente bueno en capturas de bocarte en la costa asturiana, mar adentro cerca de Lastres, llegaron a venir a Gijón conserveras extranjeras para adquirir parte de las capturas de bocarte. La principal campaña en la lonja gijonesa, la del bonito, aún está por llegar, con los barcos camino ya de aguas de las Azores para las primeras capturas.