Aunque suene extraño, hay aspectos de la vida de Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) sobre los que no se ha proyectado aún suficiente luz. Es el caso de la relación del ilustrado gijonés con el Real Consejo de las Órdenes Militares, donde trabajó nada más y nada menos que diecisiete años. Un necesario acercamiento a ese costado vital del prócer es lo que propone "Jovellanos y el Colegio de la orden militar de Alcántara en Salamanca", con el que José María López de Zuazo y Algar, coronel de Ingenieros en la reserva, y Diniosio A. Martín Nieto, profesor del Instituto "Puerta de la Serena" (en la localidad pacense de Villanueva de la Serena), lograron ayer la décimo novena edición del premio internacional de investigación "Fundación Foro Jovellanos".

"Hace veinte años que conozco a José María, que es quien más insistió en esta investigación; nos interesaba sobre todo ver el papel de Jovellanos como visitador real de las órdenes militares de Alcántara, Calatrava y Santiago en la ciudad de Salamanca", explicó Martín Nieto, vía telefónica, sobre un trabajo que prolonga otras colaboraciones entre estos dos autores.

Cacereño de 1966 y con una doble licenciatura en Geografía e Historia y Filología Francesa, Martín Nieto es autor o coautor de una veintena de libros y un extraordinario conocedor, por ejemplo, de la Orden de Alcántara. López de Zuazo, zaragozano de 1944, ha complementado su carrera militar con diversos estudios. También es un exhaustivo conocedor de la implantación de la Orden de Alcántara (militar y religiosa a la vez, fue creada en 1154 en el Reino de León y aún perdura) en tierras extremeñas.

En su trabajo, que fue ayer elogiado por Ignacio García-Arango Cienfuegos-Jovellanos, presidente del jurado que concede este prestigioso premio de investigación jovellanista, López de Zuazo y Martín Nieto destacan dos "actividades importantes" del ilustrado asturiano en su paso por el Real Consejo de las Órdenes Militares. Subrayan, en este sentido, la dedicación de Jovellanos como visitador real de los colegios salmantinos de Alcántara, Santiago y Calatrava. Al hilo de esa labor, ambos investigadores ponen blanco sobre negro en el papel de Jovino en el proyecto de obra nueva para el Colegio de Alcántara en Salamanca.

"Jovellanos hizo un gran trabajo pero le pusieron numerosas zancadillas y le sabotearon; fue riguroso, metódico, con voluntad reformadora y siguiendo su línea de gran servidor público", explicó Martín Nieto. Y más: "Fueron las pequeñas envidias, las animadversiones de los arquitectos los que tumbaron el proyecto". Tanto López de Zuazo, buen conocedor de la biografía de Jovino, como Martín Nieto aportan diversos materiales -algunos inéditos- tras una minuciosa pesquisa en el Archivo Histórico Nacional. Están convencidos de que, junto con "otros informes y representaciones", algunos rubricados por el propio Jovellanos ("localizados en los archivos pero no publicados aquí") podrían formar parte de un tomo nuevo y añadido a las obras completas de quien es tenido por el más esclarecido representante de la Ilustración española.

Martín Nieto hizo ayer una descripción de urgencia de la relación de Jovellanos, que no olvidemos tenía una muy sólida formación como jurista -en realidad su primera profesión-, a propósito de su relación con las órdenes militares: "No se dejaba guiar por ninguna camarilla; no se casaba con nadie y seguía siempre su propio criterio, que era el de la honestidad".

El premio se entregará el próximo mes de octubre, en una fecha aún sin concretar. Además del citado García-Arango, el jurado estuvo formado por María José Álvarez Faedo, Ramón María Alvargonzález, Vicente Cueva Díaz, Silverio Sánchez Corredera, Lioba Simon Schumacher y Orlando Moratinos.