Al menos tres empresas han presentado sendas ofertas por hacerse con los activos de Oxizinc, la filial de Asturiana Galvanizadora (Agalsa) que se encuentra en proceso de liquidación al igual que su compañía matriz.

Las ofertas están en manos de la administradora de los concursos de acreedores de ambas empresas, que están en proceso de liquidación. Además, también hay una compañía interesada por adquirir los activos de Agalsa para reanudar la fabricación en esta industria del polígono de Lloreda (Tremañes). Se trata de la gijonesa Ganor, perteneciente a un antiguo comercial de Agalsa, que ha ofrecido mantener en sus empleos a las 30 personas que aún siguen vinculadas a Agalsa y Oxizinc.

No está claro que salga adelante la oferta de Ganor, que fue presentada cuando ya había concluido el plazo para hacerlo y respecto a la que la administradora concursal de Agalsa se ha mostrado reticente, según explican las fuentes consultadas.

Ganor ha recurrido al Principado y a los sindicatos para explicarles su proyecto para intentar reflotar la compañía gijonesa y lograr así apoyos para hacerse con la factoría de Lloreda.

Pese a esas reticencias por parte de la administradora concursal respecto a la oferta del antiguo comercial de Agalsa para hacerse con la empresa, la administradora ha dado orden de paralizar los despidos que preveía hacer a finales de mes y que iban a afectar a la mayor parte de los trabajadores que aún permanecen vinculados a Agalsa, tanto los que siguen en la factoría como los que están regulados de empleo. Los 20 trabajadores que aún permanecen vinculados a Agalsa seguirán en la empresa al menos durante el mes de agosto. De ellos 11 están realizando labores en la factoría y otros 9 regulados de empleo. Agalsa contaba con 102 trabajadores cuando entró en concurso de acreedores en marzo de 2017 y con otros 27 en Oxizinc.

El pasado mes de abril el juzgado de lo mercantil número 3, con sede en Gijón, aprobó los planes de liquidación de Agalsa y de Oxizinc. Los activos de Agalsa están valorados en 17,75 millones de euros y los de Oxizinc en 0,47 millones de euros. Sólo el pasivo de Agalsa asciende a 22,52 millones de euros.

El plan de liquidación prevé intentar vender inicialmente ambas empresas como unidades productivas, lo que garantizaría la continuidad de la actividad.

En el caso de que no fructifique esa venta como unidades productivas, los activos se venderían por lotes al mejor postor, desmantelando la factoría de Tremañes.

La última palabra la tendrá el juez, si bien la administradora concursal debe pronunciarse previamente emitiendo un informe.