Dos hombres de origen marroquí de 30 y 35 años de edad han sido detenidos por la Policía Nacional por distribuir hachís en dos bares de la ciudad, uno en el barrio de Nuevo Gijón y otro en el del Llano.

Todas las informaciones llegadas a la Comisaría de Gijón sobre la distribución de estupefacientes en locales y viviendas, son comprobadas para aportar las pruebas necesarias a la autoridad judicial y demostrar la existencia de puntos de venta que puede generar malestar en la convivencia ciudadana. En el marco de estos controles periódicos, el martes y el miércoles de esta semana se llevaron a cabo inspecciones en dos bares sobre los que existían indicios de la posible venta ilícita de sustancias estupefacientes. Agentes del Grupo de Atención al Ciudadano de la Comisaría de Gijón detuvieron a dos personas, de origen marroquí que se hacían pasar por clientes para distribuir hachís en el interior de los locales.

El martes a las 18.00 horas intervinieron en un bar de Nuevo Gijón al tener conocimiento de que un hombre que se ponía en el extremo de la barra, distribuía hachís que ocultaba droga en el aseo de mujeres. Los agentes comprobaron este extremo y hallaron en una ventana que estaba encima de la cisterna del retrete cuatro envoltorios con hachís. El detenido de 30 años de edad tenía antecedentes policiales.

En situación irregular

El miércoles, sobre la misma hora de la tarde, se inspeccionó un bar del barrio de El Llano tras comprobar que personas entraban y salían de un bar sin realizar ninguna consumición. A una de estas personas se le tramitó un acta denuncia por posesión de un trozo de hachís que manifestó haber comprado dentro del bar a un hombre de aspecto magrebí. En el cacheo preventivo realizado a la persona denunciada, se le intervinieron tres trozos de esta sustancia que llevaba ocultos entre su ropa íntima. El detenido de 35 años de edad, tenía antecedentes por tráfico de drogas. Además, estaba en España de forma ilegal al tener ordenada su expulsión del territorio nacional por su estancia irregular.

Los encargados de estos locales fueron advertidos de las responsabilidades administrativas o penales en las que podrían incurrir por no supervisar e impedir la distribución y comercialización de drogas en su interior.