El sol y las buenas temperaturas están convirtiendo la recta final del verano en un tramo fantástico para disfrutar de la playa. Al menos eso es lo que pensaban ayer los bañistas que como cada día prueban suerte en el arenal de San Lorenzo, porque acudir a la principal playa urbana de Gijón es casi como tirar una moneda al aire, "a veces no sabes por dónde vas a poner bajar a la playa, otras no sabes dónde te vas a poner", cuenta una usuaria de la escalera 12.
El pasado lunes un montón de arena de más de un metro de altura dificultaba la bajada al arenal; ayer, técnicos de EMULSA Medioambiente retiraban parte de ese montículo e intentaban alisar las partes más dañadas por el oleaje. Se trata de unos trabajados encargados por el Ayuntamiento de Gijón y de cara a favorecer el acceso a la playa al menos hasta donde se pueda. A primera hora del día de ayer, el tramo de escaleras entre la 7 y la 12 permanecían cerradas, si bien es cierto que algunas de estos accesos permanecían abiertos a la mitad: un lateral está precintado y el otro se podía usar. Los bañistas no salen de su asombro y critican que no se puedan utilizar todas las escaleras. "La mayoría de la gente que se acerca estos días a la playa de San Lorenzo cuenta una mujer que vive justo frente a la playa. "Bajo todos los días y a veces no puedo ni caminar tranquila. Hace unos días si no llega a ser por un hombre que me avisó, me caigo entre los pozos que siembran toda la playa, es un desastre", continúa lest vecina de Rufo García Rendueles.
Desde el Observatorio de San Lorenzo se mantiene que estos movimientos de arena son debidos a las corrientes propias del veranillo de San Miguel. La mar debería devolver todos los sedimentos que se ha llevado, aunque este proceso puede tardar meses e incluso años. Según el servicio de Medio Ambiente del Consistorio gijonés, "la playa es un sistema vivo y no puedes tratar de contenerlo".
"La playa en Gijón nos dura tres meses escasos. Si encima de no tener sol más que cuatro días nos falta la arena, ¿dónde vamos a ir?", se queja otra de las habituales de San Lorenzo. "Casi que nos importa más el tema de los vertidos que el de la arena. Hubo días en los que era imposible estar aquí por los malos olores que había, hubo gente que se bañó y que terminó con ronchas", continúa. El de los vertidos y la suciedad es otro de los temas que preocupa a los veteranos de San Lorenzo. "Algo se tiene que hacer, supone una mala imagen para Gijón y este año hemos tenido menos visitantes de fuera, lo hemos notado", explican. Otra de las vecinas de Gijón que acude diariamente a la playa de San Lorenzo reflexiona sobre el dique de El Musel. Según sus palabras, "todos lo vimos venir, en cuanto pusieron esa mole ahí la playa cambió, digan lo que digan los políticos, la playa no es la misma".
Otro de los problemas que llama la atención de los usuarios de la playa de San Lorenzo es el efecto que en la desembocadura del río Piles se produce cuando la marea sube hasta la zona del Tostaderu, lo que, según los afectados, "rara vez ocurría hace unos años. Ahora cuando baja la marea ves como el agua se ha llevado gran parte de la arena de esa zona, se forma otro escalón que hace que cada vez nos arrinconemos más. El año que viene no creo que haya sitio para canchas de voleibol".
Uno de los perjudicados y que además ha tenido que cambiar de ubicación ha sido el alquiler de hamacas en favor de la Cocina Económica. Antes este puesto se situaba en la zona entre las escaleras 11 y 12 y ha tenido que pasar al siguiente hueco, el que se ubica entre las escaleras 12 y 13.
Los usuarios de San Lorenzo siguen quejándose de la falta de mejoras en el arenal, pero todo apunta a que deberán esperar a la próxima temporada.
