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García Oliva: "Mis 'olivines' son filosofía de caleya con humor"

El escritor y académico de la lengua asturiana reúne en una primera colección sus aforismos, reflexiones e ironías varias

Vicente García Oliva, en una imagen reciente. JUAN PLAZA

"Los asturianos somos tan probes que la nuestra virxen en vez de nun altar, vieve nuna cueva". "La vaca más revolucionaria ye la xata roxa". Y otra más, para que no se diga: "Dalgunos periodistes creen que 'cubrir' una noticia ye tapala". Son sólo tres de los quinientos cinco relámpagos verbales que el escritor Vicente García Oliva, uno de los autores más reconocidos de la primera generación del Surdimientu, ha reunido en "Un cucurucho d'olivines", publicado por Baxamar y presentado el pasado viernes en Gijón.

Pero ¿qué es una "olivina"? "Filosofía de caleya expresada con humor; ocurrencias a partir de la actualidad, del juego de palabras, de la política o de la propia Asturias". Y más: "Casi todas son muy críticas porque yo soy muy criticón", responde García Oliva. Este gijonés de 1944, Profesor Mercantil y académico de la lengua asturiana, lleva diez años escribiendo estos meteoritos verbales que beben de la tradición de algunos maestros del aforismo, como Ramón Gómez de la Serna, inventor de la greguería o la gollería, pero también de otros afilados esgrimistas del lenguaje y la ironía, como el recordado Perich, a quien debemos esa pieza esencia del ingenio patrio que es "Autopista".

Hay más, pero son algunos autores con los que García se siente en buena compañía. Para la prologuista de "Un cucuruchu d'olivines", la poeta Ángeles Carbajal, estos fragmentos con detonador son como "petardos verbales luminosos" que condicen muy bien con el vermú de la mañana y su hora de esparcimiento. Otra más: "El Gobiernu asturianu sólo tien certeces, porque nade puede ser pro-bable". O sea, que las "olivinas" son esas frases como centellas que escribe un tal García Oliva con un humor que tiene muchos ecos del martilleo irónico playu. Otra joya: "Yera muy autocríticu colos demás".

"Sí, mis 'olivines' tienen cierta relación con el aforismo; frases cortas supuestamente inteligentes", explica el escritor. Y sobra, en lo que dice, el adverbio de modo. A García Oliva, autor de más de una treintena de libros con una intensa y extensa dedicación a la literatura infantil y juvenil (suya es, por ejemplo, la trilogía "Fontenobrosa"), le gustan los juegos de palabras y machacar los tópicos hasta extraer un zumo semántico con sonrisa doble.

"Es cierto, creo, que hay en esas frases bastante sentido del humor gijonés", confirma García Oliva, que pone algunas de esas frases con miga en boca de un tal Xuan Pintueles, algo así "como un machadiano Juan de Mairena, pero a lo probe". Verbigracia: "Llei d'espansión de los gases, de Xuan Pintueles (demostración empírica): Los gases que fieden espándense muncho más rápido que los otros".

A García Oliva le encantan los juegos lingüísticos. Prepara otro libro "para rapazos", con protagonista autista descrito por un compañero. Lo editará Pintar-Pintar. No dejará de escribir, sin embargo, sus "olivines", porque son, según indica, "una forma de entenderme y de entender la realidad". Para su hijo Mauro, estas frases breves son también un "triángulo asturiano de las Bermudas que tiene por vértice los haikus, las greguerías y a Forges". Pues eso: "L'único que tien productos estrella ye'l cielu".

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