El hombre de 38 años que el pasado viernes secuestró y agredió a su exnovia en el barrio de El Coto -se la llevó a la fuerza en su coche hasta el concejo de Cabranes, donde la joven logró huir y pedir auxilio en una casa cercana- cuenta con un amplio currículum delictivo por violencia de género. Al menos otras dos parejas anteriores le llegaron a denunciar también por malos tratos. Con esta última víctima, vecina de Gijón, son tres los presuntos casos de maltrato físico protagonizados M. O. F. S. S., que a lo largo de esta mañana pasará a disposición judicial.

La mujer secuestrada, de 29 años (ayer se publicó por error que tenía 19 años), fue dada de alta el mismo día que ingresó en el HUCA. Fruto de los golpes que el acusado le propinó en el trayecto en coche hasta Cabranes, la mujer sufrió la rotura de dos arcos costales y múltiples erosiones por todo el cuerpo, especialmente en el rostro, de los que ya se recupera.

Esta nueva víctima de maltrato de género en Gijón mantuvo con su expareja una relación sentimental durante varios meses, hasta que comenzaron los episodios violentos y ella optó por denunciarle en el mes de abril. El juzgado dictó entonces una orden de alejamiento contra el acusado y ella pasó a estar protegida por la sección de Vigilancia y Control de las Órdenes de Protección (Vicop) de la Policía Local. En un primer momento, el nivel de riesgo para la víctima era elevado, pero como con el paso de los meses no se habían producido episodios de acoso se consideró conveniente revisar ese nivel de riesgo, hasta un nivel bajo.

Sin permiso de conducir

Todo cambió el pasado viernes. El procesado la sorprendió en el portal de casa cuando ella había bajado a recoger un pedido de comida a domicilio. La obligó a subirse a su coche y condujo por carreteras secundarias, de forma anómala y sufriendo varios choques, hasta Cabranes. Lo hizo pese a tener retirado el permiso de conducir después de haber perdido todos los puntos por circular bajo los efectos del alcohol y sustancias estupefacientes. A la altura de la localidad de Naveda el coche se detuvo y cuando el agresor le reclamó que se bajara a empujar la víctima aprovechó para escapar y pedir auxilio en una casa cercana. Era la 1.40 de la madrugada. Uno de los moradores fue el que alertó a la Guardia Civil.

Mientras la mujer era atendida en el hospital se solicitó una orden urgente de protección ante el riesgo extremo que existía tras la fuga del maltratador. Al tiempo, se estableció un amplio dispositivo para atraparle en el que participaron agentes de la Benemérita, Policía Nacional y Local. La prioridad era poner a salvo a la mujer, que tras ser dada de alta estuvo protegida y custodiada en todo momento. Los agentes activaron un protocolo de vigilancia sobre la vivienda de M. O. F. S. S. y también la de sus allegados, por si se hubiese escondido allí tras huir de Cabranes, donde dejó abandonado el vehículo. Finalmente fue sorprendido este lunes cuando llamó por el interfono de la vivienda de su expareja.