Un hostelero gijonés declarará esta mañana ante el tribunal de la sección octava como acusado de un delito contra la salud pública por el que podría ser condenado a hasta seis años de cárcel y multa de 850 euros por vender cocaína en el establecimiento que regentaba en el barrio de Contrueces. Este juicio llega apenas unos días después de que la Policía Nacional desmantelase un punto de venta de hachís en otro bar, en ese caso en el barrio de Pumarín.

Este hostelero, según argumenta el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, dirigía un bar ubicado en la calle Río Sella de Gijón desde septiembre de 2016. Un año después comenzó, presuntamente, a dedicarse a la venta de cocaína entre los clientes del establecimiento hostelero, "aprovechándose de la facilidad que le reportaba hacerlo desde la explotación del negocio, de manera discreta y sin ser visto", según explica la Fiscalía.

Esta actividad no pasó desapercibida para muchos de los vecinos de la zona, que alertaron de sus sospechas a la Policía Local de Gijón. Es por ello que, finalmente, varios agentes -acompañados por varios guías caninos- efectuaron un registro del establecimiento el 20 de octubre del pasado año. Entraron sobre las 20.20 horas y encontraron una bolsa de plástico que contenía cocaína y que estaba escondida en el interior de un rollo de papel higiénico que guardaba en el altillo de la cocina.

Bajo ese altillo había una encimera en la que el procesado "acababa de preparar una papelina de cocaína con droga extraída de esa bolsa y envuelta en una hoja de papel de una libre de comandas de camarero", explica Fiscalía. Esa papelina se la entregó el procesado a uno de sus clientes, a quien se la intervinieron después los propios agentes en el bolsillo del pantalón.

En la bolsa que incautaron tras el registro había 8,72 gramos de cocaína -más otros 0,17 gramos de la papelina- con diferente riqueza. También aprehendieron catorce billetes de 5 euros y otros dos billetes de 10 euros, así como un bloc de comandas y una navaja multiusos con restos de estupefacientes. Finalmente, expone la Fiscalía, la droga intervenida en la bolsa hubiese adquirido un valor de 813,14 euros en el mercado ilícito. Por todo ello, solicitan una pena de seis años de cárcel y multa de 850 euros, con un día de privación de libertad por cada cincuenta euros no pagados.

Clausura en Pumarín

Clausura en PumarínLa pasada semana, agentes de la Policía Nacional detuvieron a un hostelero gijonés de 53 años, y clausuraron su bar, por vender sustancias estupefacientes en su establecimiento de Pumarín. Junto a él también fue arrestado un ciudadano de origen marroquí, de 36 años, que supuestamente le suministraba la mercancía. En este caso, la investigación policial también se inició a raíz de varias denuncias de los vecinos.