Estampaciones, collages, con galletas incorporadas, imitando obras de grandes pintores, a todo color y con un objetivo: formar a los más pequeños en el mundo de arte de una forma divertida. Con esta filosofía han trabajado durante todo el trimestre los niños del colegio de Educación Infantil Miguel Hernández, de entre tres y cinco años.

Los pequeños se han entregado a la pintura con pasión, y el resultado se puede ver ahora en una exposición que ayer se inauguró en el Ateneo de la Calzada bajo el título "100 lienzos, 100 miradas, un cole lleno de arte". Porque cada obra "tiene detrás una historia, como la de una niña que en lugar de hacer estampaciones con un pimiento y una zanahoria decidió que los utilizaba como pincel, y así hizo su obra de arte única y especial", comentaba ayer entre risas el director del colegio, José Miguel López.

El Miguel Hernández continúa así ahondando en la dinámica de educar a los niños desde pequeños "en lo tecnológico, pero también en los diferentes campos artísticos", relata el director, tras celebrar un proyecto sobre cine el año pasado y con la intención de participar a partir de enero en un nuevo plan trimestral junto con los colegios de "Mandilones de Colores", que en esta ocasión abordará el estudio del espacio y las estrellas.