Cristina Busto reivindica la materia frente a lo virtual en su obra "Antimapping"

Y de eso va esta pieza concebida ex profeso para uno de los espacios expositivos más singulares de Gijón: una reivindicación de lo material, de lo orgánico, frente a los desdibujamientos que consagran lo virtual y la modernidad liquida, por emplear el conocido término de Zygmunt Bauman, de las sociedades del capitalismo avanzado. "No debemos tomar como real lo que no es tal; nunca he hecho nada parecido", afirma Cristina Busto, ganadora con esta propuesta del segundo premio "Museo Barjola". La tercera convocatoria de este galardón se hará en las próximas semanas.

Cristina Busto es una artista que ha logrado importantes galardones en Asturias: el de la Muestra de Artes Plásticas del Principado o el "Lab Joven Experimenta", que convoca Laboral Centro de Arte. Sus trabajos vienen caracterizándose por un muy singular tratamiento de diversos materiales: el papel, claro, pero también el alambre o el láser. Y se mueve empalmando disciplinas, que pueden ir del dibujo al vídeo, para concretar categorizaciones simbólicas de una indudable potencia formal.

Es lo que ocurre con "Antimapping", un título que es ya una declaración de partida. Cristina Busto, auxiliada por Pablo Ruiz y Ana Ramos, une aquí el antiquísimo arte de la papiroflexia o el origami con el vídeo. Un gran bastidor, que cuelga del techo de la capilla del Barjola, ofrece distintos pliegues de un papel de 300 gramos de algodón, muy usado por los acuarelistas, para componer un hermoso tirabuzón de formas y sinuosidades sobre el que se despliegan las imágenes. "Este lugar es un reto y el espacio es maravilloso", explica la artista avilesina. Y añade: "Es un trabajo con las manos, para dar valor a la parte artesanal del arte".