El adiós era para los 32 trabajadores municipales jubilados que ocupaban las sillas del salón de recepciones del Ayuntamiento en una mañana prenavideña pero la despedida la firmó Carmen Moriyón.

"Mi agradecimiento como alcaldesa es tan profundo como el orgullo que siento al haber dirigido durante ocho años esta administración, que ha dado respuesta a través de vosotras y vosotros a grandísimos retos, sin perder nunca el pulso, el tesón y la vocación de servicio que siempre os han acompañado. Mi orgullo es haber capitaneado un barco que, con la mejor tripulación, ha sabido navegar en un tiempo difícil, y que seguirá, no me cabe la menor duda, haciéndolo en el futuro. A todos gracias por vuestra labor, gracias infinitas, y la mejor de las suertes", explicó en su discurso. Moriyón ya no estará la Navidad que viene en esta tradicional cita de finales de año en la Casa Consistorial gijonesa. Ella no se jubila. Se va a seguir su vida política en el ámbito autonómico.

De esa tripulación se descolgaron ayer entre aplausos y obsequios los hasta ahora trabajadores del Ayuntamiento: Javier Alonso, Elisa Álvarez, Amador Cuello, Flor Díaz, Concepción García, Rosa Iglesias, José Antonio Marrón, Pedro Mosquera, Marino Rodríguez, Godofredo Sánchez, Jesús Carlos Santoveña, José Ramón Valdepeñas y Jesús Zapico. También hubo bajas en las empresas municipales: César Aranda, Manuel Ángel Rodríguez, Francisco Rodríguez y Ricardo Vázquez en la de autobuses; Patxi Jardín y Rafael Rubiera en la de aguas; César Agüera, Laurinda Cabero, José Manuel Díaz, José Gaspar Fernández, Emilia Fernández, Luis Gregorio García, Nicolás García y Ascensión Rojas en la de servicios de medio ambiente; Enedina Fernández en la de vivienda y Rosabel Berrocal en Divertia. Al Patronato Deportivo Municipal le dijeron adiós Fernando Álvarez y Julio Héctor García.

El acto contó con ediles del equipo de gobierno y los cinco grupos de la oposición.