La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Moriyón, ante la cuesta de enero

Las ansiadas aprobaciones del PGO y el plan de vías compartirán el inicio del año con la urgencia de reformar el presupuesto y dar solución a la Sindical

Carmen Moriyón da un discurso. JULIÁN RUS

Si todo sale según los cálculos del gobierno de Foro en el orden del día del primer Pleno de 2019 se incluirán para su debate y votación la aprobación definitiva del nuevo Plan General de Ordenación (PGO) y el rediseñado convenio del plan de vías, que marca la nueva estrategia compartida con el Ministerio de Fomento y el Principado de Asturias para la integración del ferrocarril de la ciudad. Dos de los temas que han marcado la agenda de los dos mandatos foristas en el Ayuntamiento y que Carmen Moriyón busca dejar finiquitados ahora que se va de la Casa Consistorial. Son su ejemplo de la buena herencia de Foro para Gijón.

Aunque falte esa aprobación definitiva lo cierto es que el PGO quedó encarrilado este 2018 cuando el documento de alegaciones salió adelante en el Pleno -con los votos a favor de Foro, Xixón Sí Puede, PP, IU y Ciudadanos y la abstención de un PSOE que en anteriores ocasiones se había decantado por el no- y la CUOTA le dio el visto bueno a falta de corregir algunos errores materiales. Tener este documento de planeamiento supone poner fin a una gran anomalía para una ciudad que, tras ver tumbados en los tribunales los dos anteriores planes, se regía ahora mismo por un documento de 1999.

Esa situación de inseguridad jurídica urbanística que poco se notó cuando la crisis económica mantenía paralizada la construcción empezaba a ser un gran problema ahora que el movimiento vuelve al mercado. Eso sí, por mucho consenso político y procesos de participación ciudadana nada protege al nuevo Plan de acabar en el juzgado como sus antecesores. El primer aviso lo han dado los vecinos de la Ería del Piles.

En cuanto al convenio sobre el plan de vías supone poner negro sobre blanco los acuerdos políticos que parecen comprometer el futuro de un proyecto que lleva 20 años sumando demoras. Tras muchos desencuentros y viajes a Madrid se ha llegado a un pacto para ubicar la estación en el entorno del Museo del Ferrocarril, prolongar el metrotrén hasta Cabueñes y soterrar las vías desde La Calzada. Todo con un presupuesto de más 800 millones a pagar por las administraciones, fundamentalmente por Fomento. Una vez firmados los papeles queda esperar por las obras. Fomento ha mostrado su voluntad en los últimos meses licitando varias obras pendientes del proyecto del metrotrén.

La previsión es que a ese Pleno de enero -retrasado hasta finales de mes y en el que se incorporará como nuevo concejal socialista el ahora director general de Deporte, José Ramón Tuero- vaya también el convenio de adhesión de Gijón al Área Metropolitana de Asturias, que supondrá elementos de coordinación en ámbitos como la ordenación territorial, la movilidad, el medio ambiente, las dotaciones públicas y las áreas productivas.

Plan urbano, plan de vías y área metropolitana donde ha tenido un papel protagonista el segundo de Moriyón, Fernando Couto cuya marcha de la vida municipal también parece cantada. Aunque él, previsiblemente, para volver a dedicar las 24 horas del día a su actividad empresarial.

Pero este inicio de 2019 que es también el inicio del adiós de Moriyón al despacho de la Alcaldía gijonesa no sólo será época de recogida de la cosecha. A la alcaldesa y su equipo le tocará coger el toro por los cuernos en otros asuntos menos fructíferos. Empezando por la situación económica del Ayuntamiento.

Mañana entra en vigor la prórroga presupuestaria que ha dejado al Ayuntamiento con un presupuesto de partida de 199 millones: alrededor de 26 millones menos de los que Foro consideraba idóneo para cubrir las necesidades de la ciudad. El primer movimiento, este mismo mes, es contratar un préstamo de unos 18 millones para asumir operaciones de inversión que no pueden prorrogarse. Ya con el dinero en el bolsillo tocará llegar a acuerdos para que esas inversiones salgan adelante en el Pleno vía modificaciones presupuestarias. Encontrar los votos necesarios es el reto a cubrir en febrero. Y sólo será el principio. Tocaran muchas más modificaciones presupuestarias. Antes y después de que los gijoneses pasen por las urnas a decidir quien sustituye a Moriyón.

Problemas sin caducidad

Ni a que pasen los Reyes Magos podrá esperar el gobierno de Foro para encarar otro problema: la situación de la Casa Sindical. El día 3 acaba el plazo que tiene el colectivo de parados que ocupa el salón para desalojarlo. Ellos dicen que sin que el Ayuntamiento les ceda un local -un segundo porque ya les dieron una nave en Tremañes- no pueden acabar el desalojo de sus enseres. Sin desalojo el Ministerio de Trabajo no puede empezar las obras que se le han exigido y sin las obras se mantiene la advertencia de clausura de todo el edificio fijado por los técnicos municipales.

Tampoco debería tardar mucho la presentación del informe de conclusiones de la comisión que analizó las posibles vinculaciones entre contratos municipales y empresarios de la red "Enredadera" de corrupción a nivel nacional. La comisión se cerró en noviembre tras una veintena de comparecencias, incluida la del líder forista Francisco Álvarez-Cascos, y con la sorpresa de que el edil Esteban Aparicio había recordado haberse reunido con Ángel Luis García "El Patatero".

Y, por supuesto, en estos meses de salida Moriyón no podrá desatender otros problemas sin fecha de caducidad como la contaminación en la zona Oeste, la situación de la playa de San Lorenzo, las quejas de los vecinos de La Calzada por la oleada de robos, las necesidades de ayudas sociales -con o sin la tarjeta de compra de la renta social- o la necesidad de desbloquear el problema de la depuradora del Este entre las quejas vecinales.

Compartir el artículo

stats