La contaminación atmosférica a la que están expuestos los niños les predispone a sufrir enfermedades en la edad adulta, aunque dejen de respirar aire contaminado durante años. Así lo aseguró ayer el neurocirujano jubilado Javier Civieta Rojas, que ofreció una charla de la mano de la Plataforma contra la contaminación de Gijón.

En su interlocución, Civieta explicó que los niños que sufren contaminación tienen más posibilidades de desarrollar en edad adulta enfermedades cardiovasculares, cáncer o incluso diabetes. E incluso, que la contaminación provoca problemas en el desarrollo cognitivo de los jóvenes, que pierden memoria de trabajo y a largo plazo, capacidad de atención o disminuye su capacidad de toma de decisiones rápidas.

No obstante, el neurocirujano aseguró que "los médicos no podemos hacer nada para luchar contra la polución, solo tratar las dolencias que de ella se derivan en el momento en el que surjan". Por ello, pidió a todos los presentes, "obligar a los políticos a que exijan a las empresas que cumplan la ley y pongan las mejores técnicas posibles para luchar contra la contaminación".

Civieta Rojas puso a los presentes un ejemplo muy gráfico para llamar su atención sobre el problema de la contaminación: "si sacas una sábana blanca a secar en la ventana y queda negra, qué no pasará en tu pulmón, que es una esponja que lo absorbe todo".

Así, el médico indicó algunas de las enfermedades más comunes derivadas de la contaminación: ictus, trombosis, infartos, regresión neuronal, hipertensión, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, riesgo de aborto o nacimientos prematuros y muchas otras.

"Nadie se puede librar de la contaminación, todo el que viva cerca, está expuesto", ahondó Civieta, que puso el foco de atención sobre las partículas PM 2,5, las de menor tamaño ya que "traspasan los pulmones y pueden entrar en contacto con la sangre y, al respirarlas, pueden llegar directamente al cerebro por el bulbo olfatorio".