Sustos sobresalientes

Equipados con maletas llenas de sangre artificial, látex sintético y pintura facial, cuatro de los alumnos del curso de maquillaje y efectos especiales de la experta Aída Carballo convirtieron ayer el local hostelero Bambara en una película de terror. El establecimiento fue el escenario elegido por la docente para acoger lo que fue el examen final de sus alumnos, en el que debían disfrazar y maquillar a un modelo aplicando las técnicas aprendidas durante el curso recién impartido por la gijonesa. Los aprendices apostaron por "looks" inspirados en leyendas y personajes de miedo y, según prometió Carballo, todos "aprobarán con nota" su curso.

La reglas del examen eran simples. Los nueve alumnos -solo cuatro lograron hacer un hueco en su agenda para el desfile de ayer, pero en el curso participaron otras cinco personas que ya han sido examinadas a puerta cerrada- debían crear desde cero un diseño de maquillaje facial y corporal que resultase realista. "Para ellos es un reto porque tienen que encargarse de todo: disfraz, uñas, prótesis de látex y maquillaje. Es la mejor forma de aprender", reconoció la profesora.

La alumna Lilia María Gomes convirtió a su modelo Marina Castro en una especie de novia cadáver: llevaba un corazón falso en la mano y un decorado en el rostro que simulaba unos labios cosidos. El "look", según su autora, representa a una mujer maltratada psicológicamente por su novio y que, convencida de que su pareja cambiará, acaba abandonándose a sí misma. Kyara Higginson utilizó a su amigo Mercurio Martínez para representar al "Frankenstein de Pinzales". Su rostro, totalmente irreconocible, imitó al del conocido personaje de terror. "Mi ex es de Pinzales y quería hacerle un homenaje", bromeó la artista. También se examinaron Ivonne Alonso, que recreó un "arlequín maléfico", y Heidy Romo, que convirtió a su amiga Kim Martínez en Sedna, un personaje mitológico de la cultura esquimal.