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Las tertulias de Fomento

Una FP bien empleada

Directores de los centros de enseñanza de Formación Profesional reclaman definir "claramente" el sistema dual y piden "mayor implicación" del tejido empresarial

La Formación Profesional (FP) coge músculo y este curso alcanzó los 15.181 estudiantes, 326 más que el pasado. Un aumento que es en sí positivo, pero los directores de los centros de referencia en Gijón advierten de que "es necesario dar una vuelta a la FP con la implicación de todos los actores implicados". Especialmente en lo que se refiere a la FP dual, para la que, advierten lo primero es "definir un modelo claramente, ver qué es lo que queremos".

Los directores del Centro Integrado de Formación Profesional La Laboral, Javier Cueli; el Centro de Formación Profesional Revillagigedo, José Luis Casaprima; y el Centro Integrado de Formación Profesional del Mar, Indalecio Estrada, debatieron esta semana convocados por las tertulias de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón sobre el presente y el futuro de una formación a la que se le busca dar un impulso definitivo, para por un lado acabar con el "estigma" que arrastra históricamente la FP, considerada hasta hace bien poco como una formación "de segunda" y por otro lado para dar respuesta a las demandas crecientes de un sector empresarial que busca nuevos perfiles. Todo ello en un contexto en el que cada vez más universitarios se acercan a la FP en pos de una mayor formación práctica.

Son los planes de la FP dual, la que se realiza en alternancia entre el centro educativo y la empresa, la que más incertidumbres genera entre los centros, porque "lo primero es definir qué es la FP dual, deberíamos ponernos de acuerdo en eso porque nadie se paró a decir cuál es el modelo que queremos", recalca Javier Cueli, cuyo centro está especializado en ramas industriales.

"Yo no creo que pase por incrementar el número de horas en la empresa, yo creo que es organizar actividades con los alumnos que les mejoren la empleabilidad. Y eso se puede hacer en la empresa y en el propio centro. Y no olvidemos que aprender de forma repetitiva en una empresa no sirve para nada", recalca el director.

En la misma línea se manifiesta José Luis Casaprima, cuyo centro (concertado), en el que se imparte formación para profesiones tan arraigadas en Asturias como la calderería, mecanizado o instalaciones eléctricas y automáticas, no participó sin embargo en los primeros modelos de la FP dual. "Fuimos nosotros los que creamos una FP dual a la carta con el foco en el alumno, y salieron cosas interesantes. Ahora ya participamos en el programa y vemos que los resultados no son buenos: el alumno desiste, a veces hay colisiones con las horas de prácticas, con las jornadas en el aula, y acaban la formación en centros de trabajo ordinaria, encuentran trabajo y no cumplen el programa, que obliga a seguir un mes más en la empresa una vez conseguido el título", explica. Lo que se necesita es "buscar lo que precisa el alumno para mejorar". Y eso se puede lograr "acudiendo de forma puntual a una empresa para conocer un proceso, pero no estar haciendo horas de un trabajo repetitivo y monótono", afirma, antes de reclamar que "nos dejemos de cuestiones partidistas; si algo funciona, debemos aplicarlo, porque lo que cuenta es que el alumno salga bien formado".

Indalecio Estrada, al mando de un centro con sus propias especificidades, en el que de hecho no se ha implantado la formación dual, y en el que se forman, por ejemplo, los técnicos superiores en Transporte Marítimo y Pesca de Altura o en Organización del Mantenimiento de la Maquinaria de Buques y Embarcaciones, así como los técnicos en Navegación y Pesca de Litoral, pone el foco en otros países en los que "la implicación de las empresas es altísima". Y en este sentido "tenemos que implicar al tejido productivo con los centros de formación, lo esencial es hacer un esfuerzo todos los centros, administraciones y las empresas para que algo cambie", sostiene. Y olvidando, convienen todos los directores, que no es una cuestión de hacer más horas en las empresas. "Si fuera una cuestión de horas, ya habríamos acabado con el desempleo. Y el nuevo proyecto de la dual para el curso que viene va por alargar un año más la formación", lamentan antes de hacer un repaso por algunas de las cuestiones que preocupan en su entorno.

Momento actual de la FP. Para Javier Cueli, la FP vive un momento "similar al de los últimos 10 o 15 años; no hay mucha diferencia". Pero lo que ocurre ahora y a partir de la crisis "es que el perfil del alumnado que se matriculó en FP aumentó la edad media, habían estudiado otros ciclos formativos porque no encontraban trabajo, o que habían estado trabajando y volvieron a estudiar". Lo que no ha cambiado sustancialmente, denuncia, es que "la sociedad sigue viendo la FP como la vía que hay cuando no puedes llegar a la Universidad o fracasas en ella".

Casaprima coincide en señalar cómo con la crisis en 2008 el perfil de alumnado que llegaba al centro "era el de trabajadores que no tenían una cualificación en su momento y fueron los primeros que tuvieron que abandonar las empresas porque no había trabajo para todo el mundo, decidiendo formarse para cuando llegaran momentos mejores". Ahora en cambio "vuelven a ser chavales que finalizan los estudios de secundaria, de Bachillerato, alguno que deja la Universidad, y ya no tanto el trabajador que vuelve a formarse". Y señala cómo se están haciendo muchos esfuerzos para que cambie la percepción de la FP "y para dignificar estos estudios". Porque, de hecho, hay alumnos que se preparan como universitarios, no encuentran trabajo con ese título "y con un grado superior de FP consiguen el nivel práctico que les falta y así pueden enfrentarse al trabajo con solvencia". Pero que no lleve a engaño, advierte: "Hay que recordar que en la FP hay que formarse, prepararse, es difícil, y no vale decir que vas a FP porque no vales para otra cosa; la gente va porque le gusta y tiene vocación profesional", subraya Casaprima. Y por eso "habrá que empezar desde la raíz, orientar bien a los chavales desde la base, porque puede que no tengan capacidad para ir la Universidad o que simplemente no les guste. Y eso puede llevar a ese fracaso del que se habla".

Indalecio Estrada llama por su parte a "reflexionar todo el sistema", porque "la propia Universidad ha variado mucho, y tenemos que ver para qué valen las titulaciones". En este sentido, Estrada sostiene que la FP tiene más ventajas de las que puede parecer. "Estamos en un mundo global liberalizado en el que se compite, y la FP cada vez abarca más profesiones y formaciones reguladas porque son las que se ajustan al sistema empresarial y al mercado de trabajo de una forma más ágil".

Relación actual con la Universidad. Para poner en valor la FP "no debemos contraponerla a la Universidad", defiende Cueli, quien también deja claro que "la Universidad no es poco práctica; permite que los alumnos aprendan rápido, y de lo que se trata es de que sean capaces de adaptarse". Además, también recuerda que "la gran mayoría de los profesores de la FP salimos de la Universidad, y muchos no pisaron la empresa privada, con lo que la Universidad no es tan desastre".

Casaprima difiere de este planteamiento, porque "la realidad nos dice que de quienes hacen estudios universitarios, un porcentaje no encuentra trabajo para lo que estudiaron o tienen que adaptarse a trabajos de categoría inferior". Y partiendo de la premisa de que "no estoy ni en contra ni a favor de la Universidad". director del Revillagigedo recalca que lo importante de la FP "es la formación práctica que les da a los alumnos". El problema "viene de la orientación", asegura, de "contar con buenos orientadores y detectar a los alumnos capacitados para acudir a una FP ", porque "las empresas quieren gente polivalente, y la polivalencia se consigue con la práctica". En su centro "hay un porcentaje elevado de gente que retorna: un 20 por ciento de alumnos de grados superiores son universitarios que terminaron la carrera o que no terminaron porque fracasaron, o porque no les gustó", advierte.

En el mundo del mar, en cambio "las competencias de la Universidad no colisionan con las de nuestra FP, como podría ser en el caso de Marina Civil", explica Estrada, porque "cada centro está homologado para unos títulos, y para nosotros es fácil cooperar". Por otra parte, no existe tasa de fracaso porque "nuestro alumnado tiene una carga vocacional muy alta; es difícil arrepentirse cuando estás embarcado en el Gran Sol", sostiene antes de señalar que el número de profesiones regladas del sector marítimo está creciendo mucho, y que "ya no son tanto de la pesca, hay demanda de profesiones diferentes que están surgiendo ligadas a las nuevas tecnologías".

Implicación de las empresas. Los directores de los centros gijoneses tienen claro que "el tejido productivo que tenemos es muy diferente al de otros sistemas como el alemán", y por otra parte recuerdan que "nuestros alumnos ya hacen 380 horas de práctica en las empresas".

En este sentido, Casaprima recuerda que "no son tan importantes las horas sino los contenidos, porque ya tenemos esas horas en empresas y se puede hacer movilidad para buscar una mejor formación". Lo que se necesita de las empresas, recalca, es "que las empresas apoyen a los centros dotándolos de medios para poder formar a los técnicos que necesitan, y no tanto cogiendo a los alumnos en prácticas. Podría haber una implicación mucho mayor; es muy bonito decir pero luego no hacer", critica abiertamente el director del Revillagigedo.

Javier Cueli asevera por su parte que "lo que hay que hacer es dar buena formación, pero lo que no podemos hacer es cambiar el sistema de la noche a la mañana. Tenemos que mejorar lo que tenemos, sería absurdo plantearse ahora cambios drásticos cuando hace pocos años nadie hablaba de formación dual".

No obstante, "los empresarios son los que van a contratar y hay que escucharlos, pero eso no significa que tengan razón necesariamente. La reflexión ha de ser más profunda", advierte Estrada.

Obligación de asegurar a los alumnos en prácticas. "El Ministerio correspondiente tendrá que resolverlo de alguna manera", advierte el director de la Laboral. "Yo no sé quién tiene que pagar la seguridad social cuando un alumno está haciendo prácticas, pero tenemos que diferenciar entre las grandes multinacionales y los pequeños talleres que también tienen a gente en prácticas", advierte Cueli. Y es una cuestión, conviene Casaprima, que afecta a la "seguridad y la certidumbre", porque "de hecho ya hay empresas que ante la duda están optando por no coger alumnos; se está generando alarma". Estrada apuesta por "despejar esta duda cuanto antes, porque no es bueno que haya esa expectación, todos tenemos que saber a qué atenernos y cómo se gestiona".

Retos de futuro para la FP. Lo que debe ser la Formación Profesional en los próximos años está claro para Javier Cueli, quien resume en reto en dos ideas muy básicas: "Intentar todos los días acercarnos a lo que demandan las empresas e intentar hacer actividades con los alumnos que mejoren su empleabilidad y que les permita seguir aprendiendo".

"El punto central del proceso es el alumno, mejorar sus condiciones vocacionales y laborales, pero sobre todo tratamos de dignificar la FP, que se le dé el valor que realmente tiene, que cobre el prestigio que la tradición le quitó", recalca Casaprima, respaldado por Indalecio Estrada: "lo importante es alcanzar la empleabilidad y poder hacer ver a los alumnos y las empresa los retos a los que se van a enfrentar, que son muy cambiantes".

Y en su caso, "nuestro reto personal es poder dar el salto para cumplir las nuevas exigencias de la Organización Marítima Internacional", sumando la Escuela Universitaria, el centro de Salvamento Jovellanos, el centro FP del Mar y el Puerto. Unas condiciones "únicas" en toda España, asegura.

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