Triunfar en el mundo de la moda partiendo de cero hoy en día es posible. Pero nadie dijo que fuera fácil; más bien todo lo contrario: se requiere esfuerzo y un conocimiento profundo del mercado, así como un trabajo duro día a día para diferenciarse. Es en resumen el mensaje que ayer se lanzó a los emprendedores en el II Gijón Fashion Business Meeting, un encuentro dirigido a emprendedores y profesionales para poner ideas y claves de futuro sobre la mesa.

Héctor Jareño, director creativo de "Reliquiae" y Premio Nacional de Moda a la mejor industria de complementos y accesorios, fue uno de los más claros a la hora de advertir a quienes empiezan de las exigencias del sector. "En primer lugar, los emprendedores tienen que saber bien qué es un emprendedor, deben planificar muy bien lo que van a hacer y ser muy activos en la búsqueda de soluciones financieras", expuso el gijonés, consciente de que uno de los principales lastres para los creativos de moda es, precisamente, "la falta de formación empresarial, que es algo que debemos atacar desde la formación reglada".

Jareño también advirtió de la necesidad de definir el producto de acuerdo al mercado para ser competitivo, toda vez que "estamos en un momento de incertidumbre en ese sentido, no sabemos qué va a pasar con la economía a nivel internacional, nadie sabe muy bien si vamos hacia una nueva crisis o si vamos hacia una etapa favorable para el emprendimiento", sostuvo, antes de dejar claro que "lo que sí vemos es que en la moda estamos en un momento de agotamiento de un ciclo", toda vez que "los resultados tanto en la 'fast fashion' como en el sector del lujo no son como cabría esperar".

El director creativo de "Reliquiae" llamó la atención sobre el cambio en los hábitos de consumo ante la constatación de que "la 'fast fashion', la moda de usar y tirar, es radicalmente insostenible, tanto desde el punto de vista del medio ambiente como desde el ámbito social y el ético" resaltó Jareño antes de recordar cómo los trabajadores en países como China están empezando a demandar mejoras salariales que limitan los márgenes de beneficio de las compañías. Y no sólo eso: "la pérdida de criterio del consumidor al que le da igual lo que compra porque lo va a poner una vez y lo va a tirar está volviéndose contra las marcas", lamentó.

Y en este sentido el creador gijonés subrayó que "en moda, el valor de la marca es más importante que el valor del producto". O lo que es lo mismo, "corremos el riesgo de que el modelo se agote porque ya nada resulta atractivo al cliente", por lo que habría que virar hacia un modelo de consumo que cada vez más gente busca, el de "la satisfacción a través de las experiencias". Y para eso "tenemos que proporcionar a los clientes productos que tengan en cuenta la parte experiencial y que estén cargados de valores", apuntó Jareño.

Con esas claves y con otros ingredientes como "la humildad, porque el creativo no es la marca y hay que tener un ego muy controlado", la "disciplina y los horarios de trabajo rigurosos, con un estudio muy profundo del mercado", así como con un trabajo estrecho con "profesionales y buenos asesores técnicos y fiscales", el éxito "es posible". "Es posible crear marca sobre un producto de calidad y con una buena historia detrás; hay un buen nicho en ese sentido", afirmó Héctor Jareño. No obstante, "es muy, muy difícil", advirtió, pero "lo importante es ser emprendedor y darnos cuenta de que no hay que tener miedo al fracaso".

En la sesión también intervinieron expertos como José Escudero, asesor de la industria de la moda y el lujo para grupos nacionales e internacionales, Juan Trespalacios, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados, y los emprendedores Carlota Barrera, Cristina Gallardo y Jesús Peláez, emprendedores en un sector "de los más complejos" a la vez, "de los más apasionantes".