La presencia de las mujeres en la empresa familiar asturiana es relevante. De hecho, una de cada tres compañías tienen a una mujer como máximo ejecutivo de su empresa. Es más, un tercio de las compañías tienen en su consejo de administración más de un 50 por ciento de mujeres, "un buen criterio para hablar de paridad", asevera el profesor Manuel Bermejo, director del estudio "El rol de la mujer en la empresa familiar", un trabajo conjunto de Asociación Asturiana de la Empresa Familiar (AEFAS) y "The Family Advisory Board".

El trabajo ha servido, sobre todo, para "aportar datos para que el debate se sustente en ellos en un momento en el que se habla tanto del papel de la mujer", explica Bermejo, a quien "a priori los datos me han sorprendido en positivo".

Un estudio que se ha realizado tomando como base una serie de encuestas respondidas por la gran mayoría de empresas asociadas a AEFAS y se trata del primer estudio de estas características que se pone en marcha en España.

Es un dato "sorprendente y positivo" asevera Bermejo, pero no tanto si se tiene en cuenta que "las empresas familiares lo que necesitan es talento para resolver los retos de crecimiento, de transformación, de cohesión familiar, y el talento no conoce cuestiones de género", explicó ayer el profesor en la presentación del estudio, previo a un debate "para que se sigan tomando medidas de mejora en este sentido".

En primer lugar, "dentro de las propias familias para que no haya cortapisas", toda vez que el sistema empresarial hasta el siglo XX ha sido "preeminentemente machista, con las mujeres en puestos menos protagónicos". Y además, son necesarias medidas "para que se hable del tema, para animar a las mujeres a jugar este rol de liderazgo" tras muchos años de una cultura en la que "el reparto de roles era diferente y el peso tradicionalmente lo llevaban los hombres".

Un cambio de mentalidad que "ya se está produciendo entre las nuevas generaciones", sostiene Bermejo. Y entre ellas , además, predomina ahora "otro patrón: hemos pasado del vivir para trabajar al trabajar para vivir". Y este sentido, el profesor alerta de la necesidad de hacer de las empresas familiares una alternativa atractiva para los más jóvenes que tomarán el relevo del negocio, más allá de la distinción entre hombres y mujeres. "Empresas digitalizadas, globales y bien gestionadas, en las que se imponga la meritocracia", resumió Bermejo como patrones de futuro.

Jorge Suárez Díaz, vicepresidente de la Asociación Asturiana de Empresa Familiar, valoró por su parte positivamente la evolución de la presencia femenina en las compañías asturianas, aunque "lo razonable sería la plena igualdad". Pero más allá de eso, Suárez quiso dejar claro que "nuestra percepción es que cada vez hay menos dificultades para que las mujeres se sumen a los puestos de responsabilidad".

Tras la presentación del estudio se abrió un coloquio con la presencia de la directora de operaciones y desarrollo de negocio de Vega Pelayo, Gema Coria; la Consejera Delegada de la Bodega R. López de Heredia Viña Tondonia, María José López de Heredia; Yolanda Trabanco, directora de comunicación de Sidra Trabanco e Inés Rovira García, directora de Asociaciones Territoriales y Fórum del Instituto de la Empresa Familiar. Todas ellas ejemplo de empresas con amplia trayectoria en las que la presencia femenina se ha ido consolidando con el paso del tiempo.