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BIENVENIDO PUERTO NAVARRO | Doctor de Medicina Fetal en el Hospital Clínic de Barcelona

"Diagnosticar la causa de una muerte fetal ayuda a que la madre se recupere"

"Si una mujer no sabe de qué falleció su hijo ni qué posibilidades hay de que vuelve a suceder va a tardar mucho más en quedarse embarazada"

Bienvenido Puerto, ayer, en Cabueñes. ÁNGEL GONZÁLEZ

Bienvenido Puerto Navarro, doctor obstreta experto en medicina fetal desde el Hospital Clinic de Barcelona, considera que su especilidad debe ser igual de humana que precisa. Convencido de que el futuro del diagnóstico fetal pasará por la genética, Puerto valora también los "pequeños cambios" que como profesional puede implantar hasta entonces. La regla principal: abandonar la palabra "feto". "Para una madre su hijo es un niño desde el minuto uno de gestación", asegura. Participó ayer en la última jornada del congreso de atención fetal del Hospital de Cabueñes.

- ¿Cuáles han sido los avances en el diagnóstico fetal en España?

-Al ser un país desarrollado, a día de hoy en España detectamos ya muy pocas muertes fetales y la mayoría se consiguen diagnosticar, pero es cierto que todavía hay problemas que somos incapaces de prever y causas de muertes que no llegamos a averiguar jamás.

- ¿Hay porcentajes?

-Sí, ahora mismo las muertes fetales rondan el 3 o 5% de los embarazos. El matiz es que hablo de muerte perinatal y no intrauterina, es decir, este porcentaje se corresponde a fetos en gestación a partir de la semana 22 y hasta los primeros siete días de vida.

- ¿Se puede mejorar?

-Estamos bastante estancados. En general los únicos que pueden mejorar sus cifras son los países en vías de desarrollo, porque cada vez diagnostican mejor los problemas y van mejorando sus técnicas. Nosotros hemos llegado a un nivel de avances en el que ya es difícil aumentar el margen de mejora y evitar más muertes. A partir de ahora ese porcentaje bajará cada vez más despacio.

- ¿Cuáles son las causas de muerte fetal inevitables más frecuentes?

-Las malformaciones congénitas. De ahí que sea tan difícil reducir las cifras; no hay demasiado margen de prevención. Lo que sí podemos mejorar es el diagnóstico de la causa exacta de la muerte, que eso es importantísimo para las madres.

- ¿Por qué?

-Porque dependiendo de cuál sea el problema se puede calcular qué porcentaje hay de que eso se repita en futuros embarazos. Está probado que cuando la madre sabe de qué se murió su niño y sabe que ese problema es rarísimo que vuelva a suceder, el tiempo intergenésico se reduce, es decir, se vuelve a quedar embarazada antes. Las madres que no saben qué pasó o no queda clara la posibilidad que se repita, como es lógico, tardan mucho más en recuperarse. Les crea una angustia tremenda. En estos casos, por cierto, siempre hablamos de niños y no de fetos.

- Aunque técnicamente no lo sean.

-Ya, bueno, al final los profesionales somos los que debemos adaptarnos al lenguaje de las madres, y no al revés. Y resulta perfectamente comprensible que para una mujer embarazada su niño y es su niño desde el minuto uno. Por eso algunas de las primeras preguntas que hacemos siempre es cómo se va a llamar el pequeño o si quieren niño o niña.

- Para humanizar el proceso.

-Sí, supongo. La madre lo vive así y lo justo es que nosotros dejemos las conversaciones técnicas entre profesionales para otro momento.

- ¿Eso es algo nuevo de la medicina?

-Supongo que en parte sí. Nosotros como profesionales vamos adaptando nuestra forma de trabajar según las opiniones que recibimos. Es cierto que hace no demasiados años utilizábamos expresiones como "el feto de la siete" para referirnos al niño de una habitación concreta. Las madres nos decían muchas veces que lo que más odiaban de todo esto es cómo los médicos les dábamos la noticia. Había que cambiarlo.

- Volviendo a los diagnósticos, ¿cuál es el porcentaje de casos de muertes fetales cuya causa no se llega a aclarar?

-Eso ya depende de cada centro. Yo trabajo en Barcelona y en mi hospital las causas de muerte fetal que se quedan sin explicación se quedan por debajo del 10%. En Cabueñes decía antes el doctor Arenas que se rondaba algo menos del 40%. Aquí al menos sí que hay un comité de mortalidad, que es algo que todavía no ha implantado muchos hospitales. Cada centro va avanzando a su ritmo.

- ¿En qué semanas de gestación suelen concentrarse este tipo de problemas?

-El retraso en el crecimiento, que es la principal pista, la empezamos a notar a partir de la semana 20. Esto también está relacionado con las citas fijadas de las ecografías. Por lo general hay un periodo entre la semana 14 y la 20 del embarazo en el que no se hacen este tipo de pruebas, así que es lógico que notemos los primeros problemas justo ahí.

- Durante su ponencia mencionó que la especialización médica podría ayudar a bajar esos números.

-Sí, así lo creo. Hablaba de los médicos de anatomía patológica, que son los que realizan la autopsia fetal y tratan de esclarecer la causa de la muerte. Ahora se está intentado introducir ese tipo de especialidad, pero de momento no existe. Tendría sentido crearla porque en una autopsia fetal el médico debe poder reconocer la forma de los órganos en desarrollo, porque su apariencia es distinta a las de un bebé formado o un adulto. Una correcta especialización ayudaría también a precisar mejor todo el tema de malformaciones congénitas de las que hablábamos antes.

- ¿Y los forenses?

-Los forenses no se encargan de las autopsias salvo en casos judicializados. Cuando tenemos sospechas de que la madre o su familia han podido tener algo que ver en la muerte del niño, les llamamos. Son casos rarísimos, casi nunca es necesario.

- También habló del futuro de la genética como herramienta para mejorar el diagnóstico.

-Pues sí. Las técnicas genéticas serán el futuro de buena parte de la medicina. Hasta ahora la autopsia era la herramienta principal de diagnóstico, cierto, pero en los casos de niños con alteraciones que no sabemos muy bien por qué se producen la respuesta va a estar casi siempre en el ADN. En cuanto vayan mejorando las técnicas seremos cada vez más precisos.

- ¿Y hasta entonces?

-Hasta entonces toca trabajar en lo que sí se puede prevenir. Las pacientes con hipertensión, diabetes o problemas de tiroides, por ejemplo, tienen un serio factor de riesgo en embarazos. Es importante trabajar para que antes de quedarse embarazadas estén perfectamente compensadas y hacer un seguimiento mucho más exhaustivo durante toda la gestación.

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