Tienen buenos resultados, reducen la necesidad de medicarse por periodos prolongados y los pacientes que los han probado están muy satisfechos con las mejoras. Pero los nuevos medicamentos para el tratamiento de la esclerosis múltiple aún no llegan a Asturias y la urgencia de disponer de ellos ya empieza a ser un clamor entre los enfermos. Dulce María Solar, jefa de sección de Neurología del Hospital de Cabueñes, llamaba ayer mismo al Principado a autorizar su uso porque "todo lo que sea positivo para los pacientes, es necesario".
En apenas un año han aparecido dos nuevos tratamientos. Uno de ellos se comercializa en España desde el verano del año pasado, la cladribina, que consiste un tratamiento oral con un ciclo de pastillas durante dos meses de tal manera hasta el año siguiente no se repite el tratamiento. La eficacia se mantiene a lo largo de dos años, lo que permitiría a los enfermos estar durante todo ese tiempo sin tratamiento. En Asturias "no disponemos de él, a pesar de que se autorizó en España en junio de 2018, y el Principado es la única comunidad autónoma en la que no está disponible" . Por eso "los pacientes están inquietos, porque saben que en el resto del país sí se puede acceder a ellos", indica la doctora Solar.
El segundo tratamiento se ofrece desde hace un mes, el ocrelizumab, que se pone cada seis meses por vía intravenosa. Lo más novedoso es que es el único tratamiento hasta ahora que se puede utilizar en las formas primarias progresivas de la enfermedad, las que avanzan desde el principio y para las que no había ninguna medicación. Este tipo de pacientes suponen el diez por ciento del total, y en el caso de Gijón hay medio centenar de personas diagnosticadas. El medicamento se debe aplicar además conforme a unos criterios de edad y tiempo de evolución de la enfermedad, lo que supone que en el área sanitaria V se podría aplicar a unos 15 enfermos.
Este tratamiento tampoco se ha aprobado en el Principado, pero sí es posible acceder a él a través de la vía de la medicación compasiva, de tal manera que ya hay una paciente tratada y otro aprobado. En la paciente que lo ha probado los resultados están siendo muy buenos. "Cumplía con todos los criterios y ya lleva puestos dos ciclos de la medicina. Le está yendo muy bien y con muy buena tolerancia", apunta la doctora.
El medicamento se está empleando siguiendo una vía más farragosa, pero el problema reside en que "no lo podemos usar en el caso de los brotes, y lo interesante sería disponer de él para adaptarse a las características de cada paciente", recalca la responsable de Neurología, consciente del "malestar" que reina entre los pacientes por la negativa del Principado pa dar paso estos tratamientos.
¿La razón? "No la sabemos. Lo que nos dicen es que hay muchos fármacos para probar y que tienen que ir por orden. Evidentemente hay algunos que urgen más, pero nosotros seguimos peleando por ello", resume Dulce María Solar.
Desde hace un par de años, el Hospital de Cabueñes cuenta con una unidad específica para atender a este tipo de pacientes, que ascienden ya a 500, y de todos ellos, tienen en tratamiento a 395. La prevalencia en el área sanitaria V es de unos 150 enfermos por cada 100.000 habitantes.
La especialización médica, sumada a los recientes avances técnicos del sector, ha permitido que en 2018 el área gijonesa diagnosticase a 14 nuevos enfermos, el doble de lo que solía registrar el hospital. En el pasado año el equipo liderado por la doctora Solar pasó un total de 1.600 consultas. Realizan, de lunes a viernes, unas ocho al día que se pueden ampliar a diez en caso de necesidad.
Se estima que la enfermedad afecta a 47.000 españoles. En el Principado hay más de 1.200 casos diagnosticados de esclerosis múltiple.
