Una Semana Santa "seria, no triste; Jesús no quería tristes a su lado, porque la tristeza nos encorva la espalda, nos humilla la cerviz y no nos permite mirar el Cielo", fue lo que ayer pidió Laureano Lourido Artime en su pregón de la Semana Santa de Gijón, que se celebró, como ya es tradicional, en la iglesia de la parroquia Mayor y Principal de San Pedro Apóstol, con la presencia de la alcaldesa, Carmen Moriyón Entrialgo y el párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta, entre otros.

Laureano Lourido Artime (Nubledo, Corvera, 1959), presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón desde septiembre de 2015, capitán de la Marina Mercante y máster en Gestión Portuaria por la Universidad Pontificia de Comillas, pronunció el pregón arropado por miembros de las tres hermandades penitenciales de la villa: la Ilustre Hermandad de la Santa Vera Cruz (capirote morado), la Ilustre Hermandad de la Santa Misericordia (capirote negro) y la Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro (capirote rojo). Con los hermanos mayores de ellas entró el pregonero en el templo con el redoble de tambores.

Previamente al pregón, tomó la palabra Ignacio Alvargonzález Rodríguez, hermano mayor de la Ilustre Hermandad de la Santa Misericordia y presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades Penitenciales de Gijón, para tributar "un emocionado recuerdo" a tres personas fallecidas en el último año: Guillermo Quirós Pintado, que fue pregonero de una Semana Santa de Gijón; José Luis Llorens González, hermano mayor de la Ilustre Hermandad de la Santa Vera Cruz, y José Ramón Fernández Costales, excanciller de la Ilustre Cofradía del Santo Sepulcro.

Ya en el uso de la palabra, Laureano Lourido comenzó su pregón, a modo de "pública confesión", recordando su infancia y juventud en Nubledo y en Gijón, donde estudió para oficial de puente, y "como soy pecador y el Señor me perdona, voy a decirlo: se necesita 'un par' para ser un verdadero cristiano activo; máxime en estos tiempos en los cuales la envidia camina del brazo de la vileza". Y prosiguió el pregonero afirmando que "la Semana Santa no es mustia, lánguida y melancólica, es de compromiso", por ello pidió que "en esta Semana Santa finquemos nuestra fe para que cuando pinten bastos, como decimos en Asturias, no salir escopetiaos".

También se refirió Laureano Lourido al papel de las mujeres, "en el momento de la Pasión, los Evangelios sólo nos hablan de ellas, de las seguidoras y los hombres no aparecen por ninguna parte". Finalmente, el pregonero pidió a los cofrades que hicieran sonar sus carracas "hasta que las rocas se quiebren" y su sonido se escuche en todo el concejo.