La playa de San Lorenzo volvió a verse ayer cubierta de carbón. Una notable mancha de sedimento se hizo visible durante la mañana de ayer, después de que bajase la marea. La mancha llamó la atención de la multitud de paseantes y bañistas que aprovecharon la soleada mañana para visitar el principal arenal gijonés.

Es una situación que no es nueva, sino que acostumbra a repetirse con cierta periodicidad. De hecho, es uno de los principales problemas de contaminación de la mayor playa de la ciudad y un quebradero de cabeza para los dirigentes políticos.

No en vano, el Ayuntamiento encargó el pasado año al Instituto del Carbón (Incar) un estudio para discernir el origen de estos afloramientos. El estudio determinó que el carbón que aparecía en San Lorenzo provenía de los depósitos graneleros de El Musel.

Una conclusión que no terminó por convencer a la Alcaldesa, Carmen Moriyón, que adelantó que realizaría un nuevo estudio, apuntando a la posibilidad de que el sedimento provenga del hundimiento, en 1986, del buque granelero "Castillo de Salas", con toneladas de carbón en su interior.