El estudio "Contra rebeldes, traidores y espías: La justicia republicana en Asturias durante la Guerra Civil (1936-1937)" se alzó ayer con la vigésima primera edición del premio de investigación "Rosario de Acuña", que convoca el Instituto que lleva el hombre de la ilustre escritora y pensadora. El jurado decidió conceder por unanimidad este galardón a una obra que aporta novedades importantes en un tema no demasiado estudiado. Su autor resultó ser el investigador ovetense Pedro Luis Alonso García.

El jurado formado por Raquel Álvarez Fernández, directora del IES "Rosario de Acuña", Benigno Delmiro Coto, Susana Riesgo Meana, Francisco Alonso Llano, José Antonio Rodríguez Canal, Esther Lazo Reguera, Margarita Llamas y José María Ceinos, periodista de LA NUEVA ESPAÑA, concedió ex aequo, además, en la categoría reservada a investigaciones de estudiantes de Enseñanza Secundaria del Principado, sendos premios a los autores de los trabajos "La voz del silencio (Una historia de la Guerra Civil asturiana)" y "Asociacionismo político femenino en Asturias (1890-1936)". El primero está firmado por Carla Nieto Peláez, Ylenia Vicente Fernández, Andrea del Campo de Dios y Sara Inés Bolado, alumnas del Instituto "Avelina Cerra" de Ribadesella; el segundo es obra de Carmen Vilanova de Diego, del gijonés Instituto Jovellanos.

Pedro Luis Alonso García estudia en su trabajo la creación del Tribunal Popular Provincial de Justicia de Asturias, por decreto de 25 de agosto de 1936. Se instaló en el edificio del Ayuntamiento de Gijón al estar Oviedo en manos de las tropas rebeldes, alzadas en armas. Pero subraya que la creación de este instrumento judicial "no logrará terminar con la represión irregular de un modo definitivo". La falta de medios humanos y materiales, así como el mucho trabajo, explicarían que no pudiera resolver a fondo los problemas con los que topó. Afirma el investigador: "En cualquier caso, no se puede responsabilizar al Tribunal Popular de Justicia de Asturias de ser el único culpable de que la represión irregular no hubiera desaparecido. Y añade: "...fue en cierto modo benevolente a la hora de dictar sentencias de muerte, optando por las penas de reclusión perpetua o de treinta años, e incluso otorgando un importante número de absoluciones, lo que llegaría a ocasionarle fuertes críticas por parte de algunas personas y organizaciones afines al Frente Popular".

"La voz del silencio" rescata varias historias de la Guerra Civil, con atención a Ribadesella. Y "Asociacionismo político..." centra sus páginas en la influencia de la Revolución de 1934 -un punto de inflexión- en la creación de una identidad política de la mujer.