La Policía Nacional ha detenido a dos madrileños de 36 años acusados de timar a varios comerciantes a los que estafaban con el cambio. Es lo que se conoce como el "hurto mágico". Los agentes encargados de la investigación del caso tienen constancia de la actuación de los reos en al menos dos locales: un salón de juegos y una carnicería.

En los dos casos, la estafa fue perpetrada por las mismas personas: dos hombres de buena apariencia que en cada ocasión se intercambiaron el protagonismo en la conversación mientras el otro ejercía de acompañante. Actuaron en un salón de juegos y en una carnicería y tenían totalmente planificado cómo conseguir llevarse el dinero. En ambos casos, entregaron un billete de 100 para pagar algo que costaba menos de cinco euros. Diversas manipulaciones con el cambio, consiguieron confundir a los responsables de los negocios para que perdiera la cuenta y, así, tras varios intercambios de billetes y monedas, terminaran con 150 euros menos en la caja.

Una portavoz de los agentes de la Comisaría de El Natahoyo aseguró hoy que "este tipo de delincuentes se caracterizan por su itinerancia, ya que se desplazan por todo el territorio y hacen del hurto y la estafa su modo de vida". Además, se aprovechan de la circunstancia de que los perjudicados no advierten el hurto sufrido hasta la hora del cierre de negocio. En este caso el dueño del salón de juegos se percató de la maniobra y avisó.Los agentes recopilaron las imágenes de los comercios en los que habían actuado y lograron identificarles y averiguar que se trataba de dos vecinos de Madrid de 36 años cada uno que tenían antecedentes por estafa y hurto, cometidos en Madrid y en Don Benito.

Uno de ellos además había utilizado otras identidades para cometer sus acciones delictivas.

Una vez localizados, los agentes constataron que los autores habían obtenido un botín de 200 euros tras estafar a las dependientas del salón de juegos y la carnicería en las que había entrado previamente. Dado que el perjuicio no superba rlos 400 euros, se procedió a su identificación y a denunciarles como autores de un delito leve.