El gobierno municipal compartido por PSOE e IU ha fijado como una de sus prioridades de actuación a corto plazo solucionar el problema del río Piles pero teniendo claro que la existencia de "un foco puntual problemático no significa que la playa esté contaminada". Así de tajante fue la Alcaldesa, la socialista Ana González, al referirse a la situación de San Lorenzo y poniendo como aval las conclusiones de las analíticas sobre la calidad del agua realizadas en la recién terminada temporada de baños. El resultado final fue de excelente desde el Arbeyal a Estaño con la única salvedad del entorno de la escalera 12 donde la calidad baja a buena.

"La playa no está contaminada, decir lo contrario sería mentir y tendría que ver con creencias, sentimientos o lo que a uno le gustaría que pasara. Estos son análisis y resultados científicos", explicó la regidora poniendo en valor que el nuevo gobierno decidiera volver a publicar en la web municipal los resultados de estas analíticas "para que se vea en todo momento cual es la situación".

La joya de la costa gijonesa

Pero la realidad de las aguas de San Lorenzo no es la única polémica recurrente que afecta a la joya de la costa gijonesa. Una y otra vez a lo largo de los años vuelve el debate sobre el origen de las manchas de carbón que aparecen sobre la arena. Para intentar llegar a una conclusión que elimine el enfrentamiento entre quienes consideran que procede del puerto de El Musel y quienes recuerdan el cargamento vertido hace más de tres décadas por el "Castillo de Salas" -o concretar qué cantidad procede de cada uno de esos dos orígenes- se firmará este lunes un convenio entre el Ayuntamiento y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas para que el Instituto Nacional del Carbón (Incar) haga un estudio petrográfico de muestras de carbón recogidas en San Lorenzo. Este convenio tiene un coste de unos 14.000 euros para las arcas municipales y quedó comprometido por el anterior gobierno.

Al tiempo siguen realizándose analíticas de contraste en el río Piles y la semana que viene técnicos del Ayuntamiento y de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se reunirán para intercambiar información. El objetivo es hacer un diagnóstico de la situación de contaminación fecal detectada y desarrollar un plan de actuaciones. "Tenemos interés en que el problema deje de ser un problema y lo primero es reconocer que existe aunque ya hace muchos años que hay un cartelín allí que dice que no se pude bañar, y todos sabíamos porque", explicó la regidora.

González hizo estas declaraciones tras recibir en la Casa Consistorial al embajador de Cuba. En ese mismo contexto analizó la lucha municipal por el grado de Deportes, a la que ahora se suma Oviedo con fuerza. "Quien tiene que tomar las decisiones debería tomarlas ya, y más en un contexto donde se habla de área metropolitana. Ese vaivén colectivo no reporta nada", dijo poniendo la pelota en la Universidad.