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El Ministerio consultó hasta la web municipal en una evaluación meticulosa del nivel de ruido

La declaración de impacto ambiental de la depuradora de El Pisón, otorgada el pasado día 15, llega después de nueve meses de supervisión en los que la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental se ha conducido de manera especialmente meticulosa desde que el expediente llegara a ese órgano, el pasado 14 de marzo.

Este organismo ministerial requirió informes preceptivos que había echado en falta, como el de la compatibilidad del expediente con las estrategias marinas. También información adicional sobre olores, ruido, obras, residuos, campos magnéticos y el programa de vigilancia ambiental previsto en el estudio de impacto ambienta de la depuradora.

Pero no se quedó ahí, sino que incluso también consultó en la web del Ayuntamiento de Gijón la información relativa al mapa de ruidos de Gijón. El motivo es que el estudio de impacto ambiental de la depuradora no tomó en consideración los posibles efectos acumulativos del sonido emitido por la instalación con el ya existente en el entorno.

Tras consultar el mapa estratégico de ruido de Gijón de 2016 en la página web del Consistorio, la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental concluyó que no es previsible que el ruido que se genere durante la operación de la depuradora, sumado a los niveles sonoros que ya existen en ese entorno, sobrepasen los niveles admisibles por la legislación para áreas urbanizadas.

En cuanto a La Reguerona, el nivel de ruido tampoco es significativo, dado que el proyecto solo prevé que generen allí emisiones sonoras dos pequeñas bombas.

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