Al Jardín aún le queda un último baile. La mítica sala de fiestas gijonesa, que cerró sus puertas el pasado año, revivirá ahora en el Archivo Municipal de Gijón merced a la cesión que la familia de uno de sus fundadores, Corsino García-Rendueles -que abrió las puertas del local junto a su hermano Fernando-, hará de su colección de imágenes.
En total, alrededor de 8.100 negativos, perfectamente conservados y que ahora serán procesados y digitalizados para posteriormente ser publicados en la web municipal. También se conserva un archivo audiovisual de 58 cintas de vídeo que será digitalizado para su conservación, explica el Ayuntamiento, que agradece a su viuda y sus hijos la donación "para su conservación y consulta pública".
El archivo de Corsino, fallecido en 2016, nace de su afición a la fotografía, gracias a la cual inmortalizó la vida de la que llegó a ser una de las salas de fiestas de mayor renombre del norte de España. Corsino García-Rendueles "retrató todos los eventos que tuvieron lugar en esta mítica sala de fiestas gijonesa y a sus protagonistas, tanto en los escenarios como en las pistas de baile", explican desde el Consistorio. Así, cantantes, músicos, disc-jockeys, participantes en los innumerables festivales que se organizaban, espectadores, grupos y pandillas fueron inmortalizados por la cámara de Corsino, que se convirtió de esta forma en "un cronista gráfico del ocio gijonés y, por extensión, de la sociedad gijonesa y su forma de entender y disfrutar de la vida hasta finales de los noventa".
No extrañará ver entre esas imágenes a cantantes de la talla de Joan Manuel Serrat o Raphael o grupos míticos como "Los Brincos" o "Los Bravos" ya que todos se subieron a las tablas de El Jardín a hacer disfrutar al público gijonés.
