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Isabel la Católica, más verde y más grande: así será el parque del futuro en Gijón

Los planes del Ayuntamiento para el gran parque de Gijón movilizan tres millones de euros en cuatro años

Isabel la Católica, más verde y más grande: así será el parque del futuro en Gijón

Gijón tiene muchos parques, decenas, pero Isabel la Católica es el parque por excelencia de la ciudad. Un pulmón verde de más de 156.000 metros cuadrados que ofrece la posibilidad de disfrutar de la flora y la fauna pero también de pasear entre arte, descansar en mobiliario histórico o jugar en familia. Un espacio verde con una historia que se remonta a 1915, cuando el arquitecto Miguel García de la Cruz señaló una zona como parque municipal en su proyecto de encauzamiento del río Piles, aunque habría que esperar a la década de los cuarenta para ver las primeras obras. Su apertura oficial fue en junio de 1947.

Igual que sus árboles, el parque de Isabel la Católica siempre ha estado en proceso de crecimiento y transformación ante los ojos de los gijoneses. Un proceso de vida que ahora encara una etapa muy especial. Los proyectos con vistas al parque anunciados por el actual equipo de gobierno suponen una inversión económica de cerca de tres millones de euros en un plan de trabajo a desarrollar en los próximos cuatro años.

La actuación más importante, e inesperada, supone hacer crecer Isabel la Católica alrededor de doce mil metros cuadrados más. ¿Cómo? El plan es eliminar la actual avenida del Molinón y convertirla en un gran corredor ambiental que serviría de nexo de unión entre el río Piles y el actual parque consolidado. Donde ahora hay cemento para coches, en tránsito y aparcamiento, se espera que dentro de un año se vea un gran paseo de 4,5 metros de ancho de uso peatonal y para vehículos de mantenimiento y emergencia. A lo largo de ese camino se incorporarían espacios ajardinados y estanciales y accesos peatonales y rodados. El nuevo paseo quedaría paralelo al popular "kilometrín", sobre el que se ejecutaron actuaciones de mejora hace unos años, y al carril bici que bordea esa parte del río.

¿Por qué llega ahora una ampliación con la que nadie contaba? Se trata de aprovechar al vuelo la oportunidad colateral que ha generado la construcción del pozo de tormentas del parque de los Hermanos Castro. La obra obligó hace meses a cerrar al tráfico la avenida del Molinón lo que permitió al Ayuntamiento generar una experiencia piloto sobre la movilidad en la zona. La conclusión es que no se generaban grandes desajustes en el tráfico de la zona y las vías alternativas funcionaban.

Además, las condiciones del contrato de ese pozo obligan a la constructora a reponer lo deteriorado en superficie con lo que se abre una vía de financiación de casi la mitad de los 1,3 millones de coste estimado. El resto del dinero saldrá de las arcas de la Empresa Municipal de Aguas (EMA) como responsables de esa obra de la red del saneamiento. Ya que la primera fase de los trabajos del pozo está a punto de terminar la decisión de no recuperar la avenida del Molinón para los coches tenía que tomarse ahora o nunca. Se decidió que ahora.

Aunque se han oído críticas de vecinos de La Guía y La Arena por los problemas de tráfico que se puedan generar lo cierto es que nadie le ha puesto pegas al proyecto en cuanto a lo que supone de mejora del parque. La propuesta del equipo de la concejalía de Medio Ambiente para este proyecto habla, además, de reutilización de materiales de la obra actual, de un aumento de las superficies permeables lo que menguaría las necesidades de enviar agua a las redes de saneamiento, de zonas estanciales con mobiliario accesible y con parterres de especies arbustivas y vivaces y de una importante plantación de arbolado.

Pero al parque de Isabel la Católica le espera más. La concejalía de Mantenimiento y Obras Públicas ya había anunciado hace semanas un plan de mejora de los actuales espacios del parque -a empezar en 2020 y desarrollar en cuatro años- con un coste estimado de 1.650.000 euros. El grueso de ese dinero, alrededor de 1,5 millones, se va a una intervención en el sistema hidráulico con el objetivo es favorecer la entrada de agua en el lago, aumentando su caudal y mejorando sus condiciones. Las obras incluirían actuaciones en el Canal del Molino, los lagos y el paso de Torcuato Fernández-Miranda con un desglose económico de, respectivamente, 450.000, 950.000 y 100.000 euros

Un segundo bloque de actuaciones afectará a edificaciones y equipamientos. Serían 20.000 euros para oficina y vestuario, 35.000 para el palomar, 10.000 para la pérgola, 20.000 para el almacén de pienso y otro tanto para el lazareto y 45.000 para acondicionar la pajarera. En total 150.000 euros. Y el total de totales, tres millones para un parque mejor y mayor.

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