El primer juicio de un cliente de iDental adscrito a la asociación de víctimas de la región, celebrado ayer en el Juzgado número 7 de Gijón, enfrentó la versión del demandante, que avalado por dos peritos médicos solicita una indemnización de 63.000 euros por "mala praxis", con la de la defensa del dentista encargado del tratamiento, que se desentiende de lo sucedido y delega los errores en iDental. La entidad financiera que cedió un préstamo al cliente, además, solo se ofrece a anular la deuda que corresponda a la parte del tratamiento pactado que no se llegó a completar, unos mil euros.

"El tratamiento no tenía ni pies ni cabeza", afirmó uno de los peritos. A su juicio, además de quedar "a medias", la atención se practicó "sin ningún estudio previo" y colocó ocho implantes en posiciones incorrectas que, a día de hoy, impiden que el demandante pueda masticar bien la comida y hablar con claridad. La defensa del odontólogo que le atendió alega que su cliente actuó según le indicó la entidad -que le contrató para tres intervenciones-, y achaca los daños que presenta ahora el gijonés a que ha pasado ya más de un año desde la colocación de unos implantes que estaban pensados para ser temporales. Los peritos aseguran que el tratamiento fue defectuoso desde el principio, pero las partes defensoras no lo consideran probado.