Un acusado de fingir ser odontólogos e instalar implantes en una consulto que montó sin licencia en un piso de Gijón se sentará hoy en el banquillo del Juzgado de lo penal número 2 de Gijón a las 9.30 horas. La Fiscalía pide para él un multa de 9.000 euros por intrusismo.

Según el parte de acusación, el investigado tenía acondicionada una habitación como clínica dental en un piso de Gijón donde, al menos durante el año 2018, atendía a pacientes asegurando ser un dentista pese a carecer de ningún tipo de titulación en el mundo de la odontología, la medicina ni la cirugía estomatológica. Consta que atendió a varios clientes, entre ellos una mujer que le visitó el día 2 de mayo del citado año a quien, al parecer, conocía por una amistad en común que le había recomendo la clínica fraudulenta por sus precios asequibles, desconociendo que en realidad el implicado no estaba licenciado.

A este paciente el acusado le aseguró que por un problema de movilidad en una pieza lo recomendable era extraerla y colocarle un implante, a lo que la mujer aceptó. A cambio, el cobro del servicio consistió en cien euros mensuales hata el mes de noviembre, por lo que ahora le reclama los 600 euros en total.

En las mismas condiciones el investigado atendió a otro usuario en julio del mismo año por un tratamiento de extracción de piezas dentales y la colocación de cuatro implantes. Por este servicio recibió 2.800 euros, aunque el perjudicado no hace reclamación alguna por haber sido ya indemnizado por el falso dentista.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de intrusismo y solicita como pena una multa de 20 meses con una cuota diaria de 15 euros (9.000 euros), que asuma las costas procesales y que indemnice a la primera paciente citada con los 600 euros que le cobró.