El presunto asesino de Lorena Dacuña, la gijonesa de 41 años que apareció muerta el lunes en su piso de La Calzada, fue detenido ayer gracias, en parte, a la colaboración ciudadana. Aunque su detención se produjo a las 18.45 horas, fue sobre las cuatro de la tarde cuando una pista permitió estrechar el cerco y dar con su paradero. A esa hora, el sospechoso abandonó la habitación que tenía alquilada en la calle San Luis para salir a comer. Entró en un bar y pidió un bocadillo. Fue en ese momento cuando el dueño del bar -gracias a las imágenes del sospechoso publicadas en prensa- reconoció a José Manuel S. M. y llamó a la Policía. Una llamada que terminó con la detención del presunto asesino pocas horas más tarde.

El sospechoso se encuentra en dependencias policiales como único acusado de este nuevo caso de violencia de género en Gijón. Tal y como se barajaba desde el principio, se trata de la expareja de la víctima, un hombre con antecedentes por malos tratos que llevaba escondido desde el sábado -cuando presuntamente apuñaló en el estómago y dejó morir desangrada a su víctima- y que ayer por la tarde fue detenido en un piso de la calle San Luis, próximo al parque de Zarracina. La investigación policial sigue abierta, y bajo secreto de sumario, para determinar si contó con ayuda para esconderse.

Los investigadores establecieron "un amplio, discreto y efectivo dispositivo de búsqueda", describen fuentes policiales, por toda la ciudad. De hecho, la presencia de vehículos camuflados y con distintivos se incrementó desde el lunes en Gijón. Las diversas informaciones que llegaban a Comisaría con ciudadanos asegurando que habían visto al sospechoso también contribuyeron a ello. Parecía cuestión de horas que atrapasen al sospechoso. Al final, todo el trabajo realizado -el crimen de Lorena Dacuña se convirtió en "absoluta prioridad" para la Policía Nacional- dio sus frutos ayer a las 18.45 horas. Fueron los agentes de la Udev y de la Ufam quienes se desplazaron hasta el piso de la calle San Luis para detener a José Manuel S. M., en una habitación que tenía allí alquilada.

El detenido se encuentra ya en los calabozos de la Comisaría de El Natahoyo, donde los investigadores le tomarán declaración en presencia de su abogado en las próximas horas. Todo apunta a que pasará el viernes a disposición judicial, aunque los investigadores tratarán de agilizar las diligencias. Por el momento el caso se encontraba en el Juzgado de Instrucción número 3, cuyo titular decretó el secreto de sumario, pero al confirmarse la hipótesis de que el presunto asesino mantuvo una relación sentimental con la víctima durante ocho años el procedimiento pasará a manos del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer de Gijón.

Las labores policiales, pese a la rápida detención, se mantienen completamente activas. Lo prioritario es determinar si contó o no con ayuda para esconderse y descartar cómplices. También están pendientes de los análisis de las pruebas obtenidas en la escena del crimen para situar allí al acusado.