El Ayuntamiento de Gijón ya está realizando un estudio topográfico de las zonas de la ciudad afectadas por los hundimientos. Se trata de los perfiles topográficos de Plaza de Europa y de avenida de La Costa con los que se examina el terreno actual respecto al original y su evolución.

El objetivo del Gobierno es dar respuesta a la inquietud vecinal acerca del comportamiento del terreno, hacer un seguimiento del mismo y conocer cuál es el motivo de la inestabilidad.

Asimismo, desde la Concejalía de Obras Públicas, se están recopilando todos los estudios geotécnicos de este sector de la ciudad como son los efectuados para la construcción del aparcamiento subterráneo de Plaza de Europa y los que ADIF realizó para desarrollar el proyecto del metrotrénEste informe determinará qué tipo de estudio geotécnico será necesario realizar.

Además, los trabajos de levantamiento de las zonas hundidas de Plaza de Europa y las obras de pavimentación del tramo de Avenida de La Costa comprendido entre la calle Domingo García de la Fuente y la calle 17 de agosto, que se ejecutarán de forma inminente en cuanto las condiciones meteorológicas sean adecuadas, ya permitirán conocer las características del subsuelo y sacar conclusiones para la futura actuación prevista en el entorno del Museo Nicanor Piñole.

Por su parte, la Alcaldesa de Gijón, Ana González Rodríguez, hace un llamamiento a la tranquilidad. Señala que se tienen referencias de hundimientos en esta zona desde 1989 debido al componente arenoso del subsuelo, quedando descartada su relación con el túnel del metrotrén.

Las grietas han levantado inquietud entre muchos vecinos del entorno de la plaza de Europa, aunque para ellos resulta más fastidioso que las aceras de calles colindantes presenten numerosos desperfectos por los hundimientos. También algunos investigadores han llamado la atención sobre el asunto, como el doctor en Historia Héctor Blanco, que fue el primero en alertar hace semanas en este diario sobre un posible empeoramiento de las grietas y baches en los últimos años.

Para el experto, el problema es "evidente". Por eso, incidió en la necesidad de hacer un estudio en profundidad al respecto. Docentes de la Universidad de Oviedo, por su parte, han aclarado que analizar en condiciones cómo se mueve el terreno resultaría "económica inabarcable".