"Cualquier día me desaparecen los fieles en misa". Aunque tira de humor, el párroco de San José, Fernando Llenín, está "enormemente preocupado" por el progresivo hundimiento de la parte central de la iglesia, que se ha hecho muy visible en los últimos meses. "Es urgente un estudio que aclare qué está pasando en el suelo", sigue, ya con tono serio. El sacerdote no descarta que los problemas tengan que ver con las inestabilidades del terreno en El Humedal y la plaza de Europa que han levantado las alarmas en el centro de la ciudad, como avanzó LA NUEVA ESPAÑA, y han motivado que la alcaldesa, Ana González, haya encargado un informe topográfico de urgencia.
"Yo sólo puedo establecer teorías, no sé si esto tiene que ver con las obras del metrotrén. Lo que sí se hace es que hace falta que alguien lo estudie", sostiene el párroco. "La iglesia, según me han contado, está construida sobre una zona arenosa, como toda la zona", añade. Los hundimientos más visibles se dan en el centro del templo, en el pasillo principal, hasta el altar. "El problema viene de hace tiempo, pero cada vez se ve más y me preocupa más", asegura Llenín, a la par que muestra algunas baldosas que han empezado a soltarse y a partirse.
En el escalón de acceso al altar, ha sido preciso rellenar un hueco que en algunos puntos alcanza los tres dedos de grosor, y también han aparecido numerosas grietas en el edificio anexo, el de las viviendas parroquiales. De hecho, en la casa del párroco hay un par de habitaciones que procura "no usar por miedo", habida cuenta de que en las paredes se han generado grietas de considerables dimensiones.
Pero lo que más inquieta al párroco es el hundimiento del templo, que analizó no hace mucho un arquitecto colaborador de la parroquia. "Sólo se trató de una inspección visual y una medición con láser que efectivamente deja claro el desplome", relata Llenín, quien reclama al Ayuntamiento que, ya que se va a llevar a cabo estudios en la zona de la plaza de Europa, "también le eche un ojo a la iglesia". "No podemos asumir un estudio por nuestra cuenta, no tenemos dinero para ello", asegura.
Un templo levantado en 1954
Un templo levantado en 1954De momento, la estabilidad del templo no preocupa. "Las columnas sobre las que se sustenta tienen una buena cimentación, así que el techo no creemos que se vaya a venir abajo", dice. Pero la parte central está en riesgo de socavón, teme el párroco, porque "se trata de un espacio muy grande". "Es una nave de mayores dimensiones y el terreno parece que va abajo", lamenta. Para despejar dudas, asegura que "lo ideal sería un estudio del suelo". "Así veríamos lo que tenemos debajo", remata.
El templo de San José es obra de Enrique Rodríguez Bustelo y fue levantado entre 1946 y 1954. Sustituyó a otra iglesia destruida en la Guerra Civil, y ocupa un lugar privilegiado en el centro de la ciudad.
