La concejala de Salud Animal del Ayuntamiento de Gijón, Carmen Saras, defendió ayer las condiciones en las que se encuentra el albergue canino y felino de Serín, muy criticado por la oposición en conjunto. "Si los veterinarios, que son los profesionales del ámbito, dicen que las condiciones son óptimas, nosotros no somos nadie para llevarles la contraria", enfatizó en referencia al informe realizado por el Colegio de Veterinarios de Asturias que venía a avalar las condiciones del albergue. Así lo aseguró ayer en una charla con los voluntarios de la instalación.

No obstante, la edil del ramo sí que explicó que en ese informe "se establecen puntos de mejora" que el Ayuntamiento asume. La intención municipal es acometer estas obras mediante planes de empleo. De hecho, explicó Saras, la edil ya se reunió con técnicos municipales para incluir estas obras en los pliegos de próximos contratos.

Se tratan, en todo caso, de "mejoras estructurales" que el Consistorio planea comenzar a acometer ya este mismo año, aunque no tiene aún una estimación económica definida. "No va a ser una inversión importante porque el grueso de la obra ya está hecho", remarcó Saras, que explicó que "solo falta rematar algunas cuestiones y realizar mejoras puntuales". Es el caso, por ejemplo, de una zona en la que se construyeron nuevas perreras pero falta colocar todo el suelo, o la necesidad de construir una barandilla.

Respecto a las críticas de los grupos municipales de la oposición, que llegaron a asegurar que hasta la mitad de los felinos de la instalación salían del albergue por fallecimiento, Saras quiso salir al paso de estas acusaciones, basándose en el registro del núcleo zoológico, un documento oficial obligatorio recogido en la ley y que toda instalación debe tener. "Los datos no son así, ni siquiera se acercan al 50% de ninguna de las maneras", enfatizó la edil socialista, que aseguró que, aunque hay unas tasas de adopción "bastante altas", "vamos a trabajar para mejorar esos datos".

En cuento a la ordenanza de Salud Animal, la concejala confía en poder llevarla al pleno municipal para su aprobación en el primer semestre del año. Antes, se pondrá en marcha un consejo de Salud Animal "para nutrir la ordenanza de las aportaciones de los colectivos y agentes sociales interesados".