Muchos gijoneses han convertido su cocina o un dormitorio de su casa en su oficina de tiempos de alarma. La Alcaldesa de Gijón lo ha hecho al revés. Ha convertido su despacho del Ayuntamiento en sala de su casa y en él pasa horas en sesiones de mañana y tarde.

No son pocos los días en que Ana González apaga la luz de la Alcaldía después de las nueve de la noche. Una de esas noches, confiesa con buen humor, la pararon agentes de la Policía Nacional para preguntarle qué hacia por la calle rompiendo el confinamiento. "Iba para casa y en lugar de ir por las calles de siempre decidí ir por el Muro", matiza

Tuvo que explicar que iba del trabajo a su casa y justificar que su casa estaba en esa ruta. Las mismas explicaciones que los policías piden a decenas de gijoneses cada día. La diferencia aquí estaba en la media sonrisa de quienes ya se habían dado cuenta de que habían parado a la Alcaldesa antes de permitirle seguir.

La sesión de tarde-noche la dedica la Alcaldesa a repasar documentos, contestar correos a colectivos y recibir los primeros datos de la jornada sobre cuestiones de seguridad y sanciones, que le serán actualizadas a primera hora de la mañana del día siguiente como una de las primeras gestiones

El trajín matutino incluye también, casi a diario, contactos con Delegación del Gobierno, el presidente del Principado y la Federación de Concejos y recibir comunicaciones de Federación Española de Municipios. Además de la información que va y viene de todos los departamentos municipales para ajustarse a una realidad que el coronavirus cambia al minuto.