La crisis económica a la que aboca la pandemia del coronavirus a España ha dado un argumento más al grupo municipal del PP para que el gobierno local reconsidere las restricciones al aparcamiento y tránsito de vehículos sin distintivo ambiental en el casco urbano, tal como está contemplado en el proyecto de ordenanza de movilidad.

La edil Ángeles Fernández-Ahúja señaló ayer que ya existían indicadores de las dificultades económicas de los propietarios de los 65.000 vehículos sin viñeta ambiental para renovarlos, algo que se va a agravar: "Una vez que cese el estado de alarma, con la situación económica en la que va a derivar, van a tener muchas dificultades para poder adquirir un vehículo nuevo y ese factor tiene que pesar en el proyecto de ordenanza de movilidad", opinó.

La edil también calificó de "oportunistas" las declaraciones del concejal de Medio Ambiente, Aurelio Martín, quien abogó porque la ciudadanía se conciencie de la necesidad de ir a un modelo de movilidad más sostenible, en base a los resultados de un estudio efectuado por Ecologistas en Acción, que constata el brusco descenso de la polución por óxidos de nitrógeno por la falta de tráfico actual.