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El único acusado por el brutal crimen de Lloreda queda en libertad

El presunto homicida, expresidiario, se instaló en la vivienda del fallecido, donde sucedieron los hechos, junto con otras dos personas nada más salir de la cárcel

Finca donde ocurrieron los hechos, en el barrio de Lloreda, y en la que reside el único acusado del crimen. ÁNGEL GONZÁLEZ

El prcesado por el asesinato a finales del año pasado de Jorge Aquilino Llamedo en su casa del barrio de Lloreda, entre las parroquias de Porceyo y Tremañes, ha quedado en libertad provisional mientras continúa la investigación judicial, pero con la obligación de comparecer cada quince días en el Juzgado. El crimen sucedió el pasado 31 de octubre, cuando el fallecido, de 62 años, sufrió una fuerte paliza, que le dejó traumatismos por todo el cuerpo que le causaron la muerte.

El supuesto homicida, Alberto Aguirre, de 40 años y con un pasado en prisión por otro crimen, se trasladó a la casa del fallecido -el lugar donde sucedieron los hechos- una vez abandonó la cárcel asturiana. Y lo hizo junto a otros dos amigos. Poco después, eso sí, fue desalojado junto a sus acompañantes por la Guardia Civil, pero según ha podido saber este periódico tanto él como ellos siguen merodeando el entorno y están instalados en la parcela del fallecido, que actualmente pertenece a sus descendientes. Estos inquilinos ilegítimos podrían llevar por allí desde principios de abril.

La intervención de la Guardia Civil, una vez tuvo constancia del regreso, motivó que la casa quedase precintada, pero según los vecinos moran en uno de los chamizos anejos. Quien ya no estaba en la vivienda es la compañera sentimental del fallecido, testigo del crimen.

La presencia de Aguirre y sus dos amigos ha motivado que los vecinos de la zona de Lloreda se muestran "intranquilos" y "muertos de miedo" por la presencia de este individuo, a sabiendas de sus antecedentes y de los cargos que por el momento pesan sobre él.

La investigación por el asesinato de Llamedo, de gran brutalidad, sigue adelante y se está a la espera de más diligencias antes de decretarse la apertura del juicio oral. Cabe recordar que Aguirre fue detenido apenas unas horas después del crimen y se encontraba en prisión, comunicada y sin fianza desde principios del pasado noviembre.

La muerte de Jorge Aquilino Llamedo conmocionó a las parroquias de Porceyo y Tremañes, así como al barrio de Lloreda, por la brutalidad de los hechos. "El Cuatrero", como muchos vecinos le llamaban, halló la muerte tras sufrir una gran paliza con un objeto romo, con un ensañamiento desmedido a juzgar por las lesiones y hematomas que presentaba el fallecido, que contaba con múltiples huesos rotos. La casa estaba llena de sangre.

Aquella madrugada, junto a él, se encontraba en la casa la compañera sentimental de la víctima, que se escondió bajo la cama por miedo cuando escuchó los gritos. Su versión de lo ocurrido fue clave para la detención de Alberto Aguirre, al que señaló como responsable de lo ocurrido cuando llegó al escenario la Guardia Civil.

Juntos en prisión

Juntos en prisiónVíctima y supuesto verdugo se habían conocido durante la estancia de ambos en prisión. Llamedo fue encarcelado por un delito de tráfico de animales mientras que Aguirre cumplía condena por el asesinato de un mendigo en Bilbao en 1999. Tras coincidir en el centro penitenciario, la víctima había acogido a su supuesto asesino en su casa durante unos días. Unas desavenencias por temas económicos habrían motivado el enfrentamiento entre dos viejos socios y compañeros de celda en la prisión de Asturias, que desembocó en la muerte violenta. Aguirre, al ser detenido, aseguró que "llevaba tiempo sin ver" a la víctima y negó los hechos. Ahora ha vuelto a la calle, pero sigue como único acusado.

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