Un listado de macroprecios, mediciones y valoraciones que suman más de 400 folios sirven, en uno de los documentos del prolijo estudio informativo sobre la futura estación intermodal de Gijón, para concretar hasta con decimales el coste económico que tendría esa instalación. Son algo más de 388,8 millones si la ubicación elegida es en el entorno del Museo del Ferrocarril, como se pactó en la reformulación del convenio sobre el plan de vías, y 321,7 si se recupera la ubicación de Moreda que se había dejado en el aire hace unos años. Más en concreto 388.942.593,99 euros frente a 321.793.002,35. Un ahorro de algo más de 67 millones a favor de esta opción que, por ejemplo, ha sido muy reseñada por la Alcaldesa, la socialista Ana González, en nombre de uno de los tres socios de Gijón al Norte que tendrán que pagar esa factura. El socio más pequeño. Porcentualmente, el ahorro es del 8%.
Estos son las cifras finales de coste sumado un 13% de gastos generales, un 6% de beneficio industrial y el 21% del IVA sobre el grueso que es el presupuesto de ejecución material: 223,4 millones en Moreda y 270,1 en el Museo del Ferrocarril. Una diferencia del 46,6 millones. Por partidas la diferencia más grande está en la financiación de la estación de largo recorrido que en el Museo -equipamiento totalmente soterrado- se va hasta los 86,6 millones cuando en Moreda se queda en 57,5 millones. También es más caro en el proyecto del Museo la estación de cercanías (69,3 frente a 65,1 millones), la prolongación de la cubierta de las vías (35,9 sobre 27,8 millones y la urbanización (14,9 frente a 11,7 millones). Son muy similares los costes del edificio de viajeros (unos 9 millones), del aparcamiento subterráneo (alrededor de 10 millones) y de la adecuación del paso superior en Príncipe de Asturias (sobre 5 millones). El único gasto donde Moreda es más caro que el Museo del Ferrocarril es en la cubierta: 17 millones del trazado verde integrado en el parque frente a los 13 de la otra alternativa.
Hay que poner en relación estos costes con lo que pactado en el último convenio de Gijón al Norte, el firmado en mayo de 2019. Aquí los costes específicos de la estación intermodal suman 315 millones de los que Adif asume en solitario 140 de la estación de cercanías, su conexión con el metrotrén y la remodelación de las instalaciones necesarios. El resto lo pagan a escote la sociedad Gijón al Norte -al 50% del Grupo Fomento y el otro 50% a partes iguales el Ayuntamiento y el Principado- igual que los 66 millones de la urbanización y los 107 de las actuaciones que se definen como de integración.
El coste total del plan de vías en el convenio es de 500 millones, de los que 360 debe asumirlos Gijón al Norte a, principios, a través de un préstamo. El compromiso económico se eleva a 814 millones al sumar la prolongación del metrotrén hasta Cabueñes, que es competencia ferroviaria pero también está negro sobre blanco en el documento.
Con todos estos números en la cabeza, técnicos del Principado y el Ayuntamiento han puesto la calculadora en marcha y les sale que la alternativa de Moreda tendría un coste total inferior en un 12% a lo contemplado en el convenio y del 10% en lo que tiene que pagar la sociedad Gijón al Norte. En Moreda al Ayuntamiento y el Principado le tocaría pagar 81,2 millones cada uno. En el caso del Museo del Ferrocarril hay un incremento del 1% en lo conveniado, que se eleva al 27% en lo que le toca pagar directamente a Gijón al Norte. Aquí la aportación del Ayuntamiento y el Principado saldría a 96,4 millones por cabeza.
Sumados costes de inversión, explotación, conservación y mantenimiento la factura en Moreda sería de 67,71 euros menos y el Ayuntamiento se ahorraría 15 millones. Dos cifras sobre las que la Alcaldesa pidió reflexionar y más en estos tiempos de nuevas urgencias por la crisis del coronavirus. Un ahorro que, entienden otros, no compensa romper el consenso político y social alcanzado sobre la ubicación del Museo.
