Vauste Spain, antigua factoría de Tenneco Automotive, cuya actividad principal es la fabricación de amortiguadores para coches, presentó ayer un concurso voluntario de acreedores en el juzgado de lo mercantil de Gijón. A la empresa le queda carga de trabajo para diez días, los que tardará en entregar los últimos amortiguadores y ejes a Tenneco. Su contrato con la multinacional estadounidense ya ha vencido. Buena parte del futuro de la empresa pasa por que Tenneco lo renueve, en un momento en el que la multinacional ha anunciado ajustes financieros y salariales a raíz de la crisis del covid-19, que también está provocando cierres de fábricas de automóviles.

Con la incógnita sobre si Tenneco volverá a hacer nuevos pedidos a su antigua fábrica gijonesa, la dirección de Vauste Spain -sociedad perteneciente a DSA Group- ha presentado ante el juez una propuesta anticipada de convenio con los acreedores. La sociedad cerró 2019 con unas deudas a largo plazo de más de cuatro millones de euros, con bancos y otros acreedores financieros. El pasivo total con el que ha entrado en concurso no ha trascendido.

En el caso de que los acreedores no acepten un convenio, la sociedad concursada se vería abocada a la liquidación, una opción que descarta tajantamente la dirección. La presentación de avales que les garanticen el cobro o un plan de viabilidad serán claves para que el convenio se acepte. A este último respecto es importante la decisión que tome Tenneco sobre si sigue alimentando a su antigua factoría, renovando en contrato vencido, o no. "Si no renueva, cerramos", señalaba ayer gráficamente un representante de uno de los sindicatos que integran la mayoría del comité de empresa. Las distintas fuerzas sindicales con presencia en el comité son conscientes de esta situación. La empresa les ha trasladado que confían en la renovación del acuerdo con la multinacional estadounidense, señala otro sindicalista. E insiste en que el concurso de acreedores no es en ningún caso el primer paso hacia el cierre.

Aunque la crisis del coronavirus ha agravado la situación, las dificultades de la compañía gijonesa vienen de atrás, ante las dificultades para diversificar su cartera de clientes y de productos. La nueva nave que alquilaron en Roces para fabricar piezas de inyección de magnesio para la industria de la automoción, emplea a 8 de los 139 trabajadores de la empresa. El resto, siguen dedicados a la fabricación de amortiguadores y componentes de los mismos en sus instalaciones del alto de Pumarín.

En abril de 2019, venció el acuerdo de tres años con Tenneco por el que la multinacional se comprometía a comprar 600.000 amortiguadores y un millón de ejes de los mismos al año durante ese periodo, tras haber vendido la fábrica a Quantum Capital Partners. En abril del año pasado, la empresa salvó la primera bola de partido gracias a que Tenneco prorrogó durante otro año la compra de producción de la fábrica gijonesa. Aún así, Vauste cerró 2019 con unas pérdidas de más de dos millones de euros, de las que 1,97 millones se deben al resultado de explotación negativo, según las cuentas presentadas por la empresa para solicitar el ERTE en el que están inmersos los trabajadores a raíz de la crisis del Covid-19. Se trata del tercer ERTE desde mayo del año pasado.

El director de Vauste, Fernando Sáez Negrillo, señaló ayer que la presentación del concurso de acreedores "es la mejor vía para lograr la continuidad de la empresa" ante la falta de demanda por la crisis del covid-19, mostrando su convencimiento de que la propuesta anticipada de convenio que han presentado ante el juzgado de lo mercantil "tendrá el respaldo de acreedores y trabajadores para su aprobación" y defiende además la decisión como la mejor vía "para lograr salvar el mayor número de puestos de trabajo posible".

La empresa está al día en el pago de los salarios a los trabajadores, con la Seguridad Social y con la Agencia Tributaria, así como con la mayoría de los proveedores, salvo "algún pago pequeño", señalan desde el comité de empresa.

La situación ha dejado en vilo a los trabajadores, pendientes de la decisión que tome Tenneco, a quien va destinada la práctica totalidad de la producción de la fábrica de amortiguadores, con algún otro cliente menor. Otra cuestión son los créditos financieros que se solicitaron para la adquisición de activos, como maquinaria. El juez tendrá que nombrar ahora un administrador concursal.