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El nuevo reto de Emvisa: intermediar en el mercado privado del alquiler

El plan es garantizar a los inquilinos rentas asequibles y contratos largos y librar a los propietarios de impagos y casas con destrozos

Sede de Emvisa

El interés de los actuales responsables de la Empresa Municipal de la Vivienda -con la concejala socialista Natalia González como presidenta y Susana González como gerente- de que la trascendencia de la entidad vaya más allá de la simple tramitación de ayudas al alquiler llevó a incluir en el plan de trabajo de este 2020 una revisión de todos los programas que tiene operativos la empresa. De ese trabajo surge la propuesta, que se presentará de manera inicial este jueves a los miembros del consejo de administración, de implementar un nuevo programa: un servicio de intermediación en el mercado privado de vivienda de alquiler. El proyecto está trabajado pero no cerrado a la espera de las aportaciones que se puedan hacer desde el propio consejo pero, también, desde las entidades sociales de la ciudad.

La idea de partida es que la Empresa de la Vivienda pueda poner en contacto a quienes tienen un piso que quieren alquilar con quienes buscan para vivir un piso de alquiler. Pero no solo se trata de un intercambio de información. Utilizar este recurso municipal supondría para inquilinos y propietarios una serie de garantías con el aval de una administración pública. Garantías que en el caso del propietario buscarían hacer frente a dos de sus mayores temores: los impagos y acabar con un piso en mal estado tras la marcha del inquilino. Emvisa asumiría la solución a esos problemas si se dieran. ¿Y que se ofrece al inquilino? Las líneas generales del proyecto hablan de garantizar el acceso a una vivienda con una renta razonable y un periodo largo de contrato para tener estabilidad. Los números no están cerrados pero serían un tope mensual de entre 450 y 500 euros de renta, teniendo como referencia el mercado actual, y un contrato de arrendamiento de unos cinco años.

Al consejo de administración también va, en este caso para su aprobación y puesta en marcha , la nueva convocatoria de ayudas a estudiantes para compartir vivienda. De salir adelante estaría abierta entre el 16 de agosto y el 15 de octubre. El objetivo de este programa es facilitar el acceso a una vivienda compartida a jóvenes que se desplacen a Gijón a estudiar o que por motivo de sus estudios quieran independizarse de sus familias.

Los destinatarios son "jóvenes solteros sin cargas familiares de entre 18 y 35 años". Se les exige que estén cursando estudios de formación profesional o universitarios. Tanto en centros públicos como concertados pero en la modalidad presencial. La exclusión de los estudios a distancia afecta también a la UNED aunque las bases abren la puerta a situaciones extraordinarias. La ayuda oscila entre el pago del 25 y el 50% de la renta teniendo en cuenta que los alquileres susceptibles de subvención no pueden superar los 450 euros para una vivienda compartida por dos personas, 500 euros si son tres y 550 euros si son cuatro estudiantes.

La duración máxima de la ayuda será de 3 periodos académicos para los estudiantes de Diplomatura, 4 para los estudiantes de Grado, 2 para los estudiantes de Formación Profesional de Grado Medio y Grado Superior, de 5 para los estudiantes de licenciaturas y un periodo académico para estudiantes de posgrado y másteres.

Por otro lado, Emvisa mantiene el pulso de su objetivo de reducir los tiempos de respuesta a las peticiones de ayudas para bajarlos de los cinco meses del anterior ejercicio a un tope de dos meses. Los datos que la gerencia lleva al consejo de administración fijan en dos meses y una semana el tiempo medio de respuesta en trámites de ayudas al alquiler, formalizaciones de contrato y prórrogas de esas ayudas. Las respuestas a un recurso llegan en un mes. No hay tiempos establecidos para las adjudicaciones de vivienda ya que dependen de la disponibilidad de casas.

Obras retrasadas

Obras retrasadasEl estado de alarma obligó a suspender obras que Emvisa tenía en marcha de cara a la mejora y ampliación de su parque de viviendas de alquiler. La mayoría se reanudaron en mayo. En el caso de la transformación en vivienda de tres locales de la calle Eleuterio Quintanilla, realizada en colaboración con una escuela taller, solo se ha podido acometer una con la intención de que acabe a finales de agosto. En los otros dos se harán trabajos preliminares para poder reanudar la obra en septiembre. Mismo mes elegido para empezar un estudio sobre la vivienda vacía y en alquiler en el municipio de Gijón a realizar por la Universidad de Oviedo.

A estas actuaciones hay que añadir la intención de la empresa municipal de aumentar su parque de viviendas a partir de operaciones de compra. Para ello tiene una dotación económica de 350.000 euros gracias a una modificación presupuestaria.

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