La terminal de minerales de El Musel, Ebhisa, ha sufrido esta noche un nuevo sabotaje con la quema de dos palas cargadoras en sus instalaciones de la explanada de Aboño. El sabotaje ha sido repudiado por el comité de empresa, que se ha puesto a disposición de la dirección ante la reiteración de actos vandálicos en las instalaciones. La dirección de la empresa dedició paralizar prácticamente por completo la actividad esta mañana, manteniendo sólo el trabajo con una pala y al resto del personal del turno sin acceder a sus puestos, explican fuentes sindicales.

El conflicto laboral en Ebhisa se ha desbocado, con actuaciones supuestamente de una parte de la plantilla que se están realizando al margen del comité de empresa. Desde reivindicaciones pacíficas como una huelga de hambre de cuatro empleados, el último de los cuales la abandonará hoy, que se inició con el desconocimiento de los representantes de los trabajadores, hasta los sabotajes en las instalaciones como el que tuvo lugar anoche con el incendio de las dos palas cargadoras.

Ebhisa inició el pasado 4 de mayo un ERTE de 20 meses que afectará como máximo al 52% de la jornada laboral de sus trabajadores, debido a la reducción de actividad de ArcelorMittal, su principal cliente, que importa la materia prima para los hornos altos de Gijón a través de la terminal portuaria. El ERTE se puso en marcha con el rechazo de la parte social al considerar insuficiente el complemento salarial garantizado por la dirección de la empresa, que lo tiene impugnado en los juzgados por cuestiones de forma. Por otro lado, la empresa pública no va a solicitar al Estado la tasa de reposición para convertir en fijos de plantilla a siete trabajadores ahora con contrato relevo. Esto último es lo que motivó la huelga de hambre de cuatro operarios, entre ellos dos de los relevistas.

Ebhisa es la principal terminal de El Musel, por la que recibe sus materias primas Arcelor y la térmica de EdP en Aboño. Antes suministraba a las demás térmicas de Asturias y del norte de León y Palencia, que han cerrado o están en proceso de cierre debido a la descarbonización.