Ni masivos festejos de exaltación de la cerveza, al estilo del Oktoberfest, ni desfases de Nochevieja u otros festejos que entrañen más riesgos para el edificio que interés para la ciudad. El equipo de gobierno ha decidido blindar la plaza de toros de El Bibio -bien de interés cultural (BIC) en la categoría de monumento desde 1992 y propiedad municipal- poniendo negro sobre blanco las limitaciones a su uso y el trámite para que entidades y empresas puedan acceder a su interior para organizar eventos. En este nuevo plan de usos del Bibio no entra la actividad taurina que se desarrolla una semana al año a través de una concesión.
Cualquier actividad realizada por el Ayuntamiento tendrá prioridad. Concretadas las fechas del calendario que se reserve el Ayuntamiento se abrirá una convocatoria pública, con seis meses de antelación, para que todas las entidades privadas que quieran hacer algo en el interior de la plaza presenten su proyecto a Divertia, la empresa municipal que responsable de los festejos. Solo se autorizarán las que se consideren de "interés general" y tengan la condición de musicales, sociales, culturales, vinculadas al ocio juvenil o a la promoción de la cultura tradicional; además de eventos deportivos, corporativos o de interés económico sectorial y circos sin animales. Se excluyen directamente "todas aquellas propuestas que no sean de interés general o cuya celebración entrañe riesgos, como pueden ser las fiestas de carácter privado o las fiestas de Nochevieja, respectivamente, entre otras actividades".
¿Qué supone esto? El ejemplo lo puso ayer la gerente de Divertia, Lara Martínez. "Un evento como el Oktoberfest no tiene cabida porque no tiene interés general y ni es cultural ni gastronómico. Sí podría hacerse un evento de promoción de cervezas artesanas como promoción de producto local y vinculado a la cultura tradicional", explicó.
En todo caso, y a estas alturas del año, esa planificación del calendario queda para 2021. El futuro más inminente incluye la presencia en el coso de los conciertos del festival Metropoli City y la ausencia de la cita taurina por Nuestra Señora de Begoña cancelada por la pandemia, como otras muchas actividades del verano gijonés.
Este plan de usos se vincula a una nueva instrucción municipal que, desde el área de Hacienda y Organización Municipal, reformula la tramitación de las autorizaciones de ocupación de espacios públicos de la ciudad para poner freno a su "mercantilización" y dedicando una protección especial a los entornos de bienes de interés cultural. Eso genera una nueva mirada hacia la plaza de toros, en ese caso al exterior, donde se limitarán al máximo el uso del espacio de la parte frontal del edificio.
También hay una protección especial en el ámbito de Cimadevilla que rodea al Palacio de Revillagigedo y a dos puntos de la zona centro marcados por la ubicación del Antiguo Instituto y el colegio Cabrales.
