"Si no hay renovación de contratos, a día de hoy estamos todos despedidos; sobra desde el director hasta el último que limpia". El dirigente de CC OO en Vauste, César Arias, explicó de esta forma el temor de todo el comité de empresa de la fábrica sobre el futuro de la misma en el caso de que la multinacional estadounidense no les renueve el contrato para fabricar amortiguadores, que venció el pasado mes de abril, en pleno estado de alarma. El comité de empresa de Vauste está dividido desde hace años, pero todos los sindicatos coinciden en esa apreciación y también en rechazar que haya despidos en la compañía, tal como ha plasmado la dirección en el plan de viabilidad presentado junto con una propuesta de convenio con los acreedores tras haber entrado en concurso por falta de liquidez.

Ayer, sindicatos y dirección mantuvieron una videoconferencia con el administrador concursal designado por el juzgado de lo mercantil, Pedro Rebollo, de la sociedad Aurum Concursal. Arias le preguntó expresamente qué pasaba si Tenneco no les renovaba en contrato. La respuesta: "Blanco y en botella".

CC OO, UGT y USO resaltan que el plan de despidos que presentó la dirección al juez ya había sido elaborado por los anteriores propietarios de Vauste hace un año y en los mismos términos: echar de 40 a 60 trabajadores y reducir el sueldo a los demás en un 20 por ciento. Aquel plan se paró. La diferencia ahora es que al estar en concurso de acreedores no cabe ninguna negociación y el administrador concursal podría aceptar esa reestructuración sin ningún tipo de mejora respecto al mínimo legal de indemnización. Otra cosa es la reducción de sueldos, que depende de la negociación colectiva. Pero para hablar de eso, antes tiene que haber carga de trabajo.

Javier Chamadoira, de UGT, mostró su "total oposición" a que haya recortes de plantilla traumáticos, coincidiendo en que "a día de hoy, si no cambia la situación y Tenneco no aporta carga de trabajo, cierra la empresa".

Javier Álvarez Alba, de USO, apuntó que "a día de hoy sobre la mesa está el cierre, porque nos quedan entre cinco y diez días de producción". Dicho lo cual resalta que "todo el comité está en contra de que haya despidos, pero todo va a depender de lo que diga Tenneco". Álvarez Alba explicó que el problema es saber "cuánto tiempo vamos a aguantar" mientras la multinacional estadounidense y otros clientes deciden si renueva o no el contrato a Vauste y con qué volumen de producción. El año pasado fue insuficiente para dar ocupación a toda la plantilla, pero se salvó sin despidos, pactando un ERTE.

Ignacio Fuster, de CSI, recalcó que su postura es la de la "defensa de todos los puestos de trabajo", añadiendo que "estamos abiertos a cualquier otra medida", pero "no a que haya despidos". Fuster responsabilizó de la situación actual de Vauste a su actual dirección "que durante cuatro años no trajo ningún cliente". Fuster agregó que el ajuste laboral que plantea Vauste no se debe a la crisis del covid-19, sino que "la reestructuración ya la querían hacer en enero", tal como expone la propia empresa en la memoria que acompaña a la presentación del concurso voluntario de acreedores ante el juzgado de lo mercantil.

Por otra parte, la portavoz del grupo municipal de Podemos-Equo en el Ayuntamiento de Gijón, Yolanda González Huergo, mostró ayer su apoyo a los trabajadores de Vauste frente al ajuste laboral propuesto por la empresa y recordó que detrás está "la inestabilidad que sufren 139 familias" desde hace años por la situación de una empresa que se encuentra en manos de un fondo de inversión, DSA.