Su condición de portavoz del grupo municipal socialista y del gobierno local y de edil de Hacienda y Organización Municipal han colocado a Marina Pineda al frente de las negociaciones presupuestarias y de concertación social desde las que el Ayuntamiento hace batalla contra los negativos efectos económicos y sociales de la crisis del coronavirus sobre la ciudad. Unos efectos que también golpean con fuerza al Ayuntamiento.
- ¿Cuánto sube ya la factura del coronavirus para las arcas municipales?
-Me temo que va a ser una factura muy importante. La previsión inicial de disminución de ingresos municipales estaba alrededor de los diez millones. Si sumamos a las empresas nos movemos entre los 14 y los 15. O más. Los cálculos exactos que tenemos son sobre las tasas que hemos suprimido o bonificado pero es pronto para calcular el resto porque no sabemos como será el ritmo de recuperación de la actividad económica.
- Esas bonificaciones en los recibos del agua, basura... ¿van a seguir?
-Durante este año, por lo menos, sí.
- Se acaban de aprobar cinco millones en ayudas directas en el marco de la nueva concertación social.
-Es, junto a la exención de tasas, otra contribución del Ayuntamiento a que las pequeñas empresas salgan a flote y no se vean abocadas al cierre.
- En el mejor de los casos una empresa podrá conseguir 4.500 euros sumando ayudas a la reapertura y a sacar a trabajadores del ERTE ¿Suficiente?
-Seguramente nada es suficiente y seguramente todo podría ser más y las empresas necesitan más pero el Ayuntamiento llega donde llega. En la mesa de concertación se entendió que cinco millones en un presupuesto municipal mermado era un esfuerzo muy importante. La contribución del Ayuntamiento en este sentido, y lo digo con sinceridad, creo que está siendo de las más importantes.
- Sigamos con los números. Ya ha tenido que hacer muchas modificaciones al presupuesto. ¿Quedan muchas más?
-No, no quedan muchas. Hasta ahora hemos hecho modificaciones de dos tipos. Unas para ajustar el presupuesto a necesidades que ya sabíamos que se iban a dar y otras por el covid-19. Las más importantes han tenido que ver con los planes de choque derivados del pacto de concertación. Ahora lo que nos queda es capitalizar las empresas municipales.
- Que no será poco...
-Todavía está por cerrar pero son cantidades importantes. Entre cinco y seis millones, fundamentalmente para Emulsa y Emtusa. Emulsa tiene una reducción de ingresos por la bonificación de tasas pero sobre todo un incremento de gastos porque hubo que ir a más en personal. En Emtusa hay que tener en cuenta la gratuidad del viaje durante los tres meses del estado de alarma y cómo vaya siendo el ritmo de recuperación de viajeros. Habrá que ayudarla con unos tres millones y medio.
- ¿Y a las demás empresas?
-Se harán aportaciones de unos cien mil y pico euros tanto a Emvisa como al Centro de Transportes. Divertia, en principio, se apaña con su presupuesto e Impulsa lo tendremos que ver a final de año porque su presupuesto va muy ligado a la concertación.
- La tensión es máxima en Servicios Sociales. ¿Hay que reforzar la Fundación ante el peligro de que colapse?
-Me preocupa más el colapso de personal que el presupuestario, que se puede arreglar con aportaciones del Ayuntamiento que casi con total seguridad habrá que hacer. La Fundación tenía unos seis millones de remanente propio y lleva incorporados algo más de cuatro. En cuanto al personal hay que reconocer su ímprobo esfuerzo. Han atendido todo lo que venían atendiendo más todas las situaciones de vulnerabilidad generadas con el covid y las han atendido muy bien. ¿Necesitan un refuerzo? Posiblemente.
- ¿Cómo se paga todo si Madrid no les deja gastar el total de su remanente?
-Ahora mismo el remanente de libre disposición está casi agotado, nos queda poco más de medio millón de euros. Si no se nos permite gastar todo el remanente plantearemos al Pleno la posibilidad de incorporar el dinero que debemos dedicar por ley a pagar deuda,
- ¿Va a plantear al Pleno que Gijón se salte la ley?
-Voy a plantear al Pleno adoptar una decisión valiente.
- Es jugarse el incumplimiento de la regla de gasto.
-Sí, y sobre todo el incumplimiento del principio de estabilidad y tener que ir el año que viene a un plan económico financiero. Aunque tampoco necesariamente. El covid nos generó muchos gastos y además provoca una reducción de ingresos pero también es verdad que el nivel de ejecución probablemente se ralentice; así que no sabremos hasta final de año si cumpliremos o no con la regla de gasto.
- Pero usted fue el azote de Foro cuando ellos incumplieron esa regla.
-Pero no porque se incumpliera la regla de gasto; lo que le reprochamos a Foro es que nos hubiera engañado. Nos dijeron hasta el último minuto que se cumplía en lugar de decir a los grupos oigan hay este problema y tenemos que sentarnos para ver que hacemos con el presupuesto. Lo que hicieron fue huir hacia adelante. Eso por un lado, y por otro, un plan económico supone fijar prioridades y las que fijó Foro no nos gustaban. Los recortes los hacía en los programas que daban atención a las personas más vulnerables.
- La maquinaria no para. Estos días se cerró la cuenta general de 2019 al tiempo se plantean más modificaciones del presupuesto de 2020 y se empieza ya a trabajar en las ordenanzas fiscales de 2021. ¿Habrá el año que viene IBI diferenciado?
-Eso dependerá de la negociación presupuestaria. De momento solo hemos suspendido su cobro para este año.
- ¿Y el resto de impuestos, tasas y precios? ¿Qué previsión hay?
-Tendremos que conjugar la prudencia en el incremento de los tributos, porque la coyuntura actual nos obliga a esa prudencia, con revisar aquellas tasas que están desactualizadas y que no afectan a las actividades que han sufrido más con la crisis.
- Vamos, que de bajar impuestos, nada.
-No tenemos previsión de bajar impuestos. La economía local no lo soporta. Ahora mismo tenemos si cabe más necesidades que antes.
- ¿Qué quedará sin hacer del presupuesto inicial por falta de dinero?
-Estamos intentando que no quede nada sin hacer por dinero. Algunas cosas quedarán sin hacer por el covid porque ya estamos recibiendo renuncias de entidades a subvenciones por actividades que no van a realizar. Nosotros no hemos recortado ninguna. Y en inversión el concejal de Obras Públicas está agilizando al máximo la puesta en marcha de los proyectos pero, probablemente, no se podrán ejecutar todos. Si reorientas la inversión a obras pequeñas es más fácil es que puedas hacerlas. Aunque al final todo depende de la climatología.
-¿Alguna opción de ampliar la partida para rehabilitación de fachadas?
-La idea es llevarnos a fachadas todo lo que no se ejecute en inversión pero para eso tenemos que ver como va el nivel de ejecución en septiembre. En el presupuesto hay asignados algo más de siete millones y la previsión es pagar diez. Entre diez y doce millones cada año aunque este año es extraordinario y la situación difícil. No sabemos si se podrá hacer.
-Ha estado en las dos negociaciones, ¿cual fue más difícil la del presupuesto o la concertación social?
-Yo no las compararía porque no tienen nada que ver. La negociación presupuestaria es netamente política y en la concertación están los representantes de empresarios y trabajadores. Por mi trayectoria (abogada en UGT durante muchos años), estoy más cómoda en la concertación social. Hay más intereses comunes que en la negociación política donde las prioridades de cada grupos son, en algunos casos, muy diferentes.
-¿Cual será el próximo movimiento vinculado a la concertación?
-Un plan de empleo de financiación íntegramente municipal para unas cien personas. En principio, podrían ser más. Todos hemos entendido que la concertación es algo vivo y nos vamos a sentar todos los meses para ver cómo va y si es necesario cambiar cosas. El plan de empleo empezará en septiembre com unas 30 personas que saldrán de la bolsa del plan de empleo autonómico. El resto, a finales de año con un baremo donde queremos primar los factores sociales. Si los planes de empleo tienen que servir para integrar a las personas en el mercado laboral hay que hacer la selección pensando en las personas y no en las necesidades municipales, que creo es lo que se hizo en los últimos años.
-Como responsable de Hacienda y Personal le ha tocado estar en la primera línea de la acción municipal.¿Se han hecho bien las cosas?
-Nadie está preparado para algo así. Nos vimos en la tesitura de, en unas horas, parar toda la maquinaria presencial y cerrar los edificios municipales pero manteniendo la atención a la ciudadanía con el personal conectado telemáticamente desde su casa. Habrá ciudadanos que llamaron al teléfono y les habrá costado que les cogieran pero tenemos 60 líneas en activo y el personal de atención telefónica se multiplicó por seis.
