La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Viviendas flotantes: la idea de una empresa local para revitalizar el Puerto Deportivo

"Hay mercado, la oferta habitacional está saturada", dicen los creadores, que planean una construcción en serie para la exportación internacional

Por la izquierda, Manuel Martínez, Javier García, Manrique Canteli, Guiomar García, Ignacio Rubio y Adrián Gesto. ÁNGEL GONZÁLEZ

Tener una habitación flotante sobre el mar es un sueño para muchos que cada vez está más cerca de hacerse realidad y a un precio al alcance de muchos bolsillos. La empresa gijonesa "Thingtrack" se ha puesto manos a la obra para poder construir en serie una solución habitacional novedosa que permite pasar unas vacaciones de ensueño sobre el agua, montar una oficina diferente a todo lo conocido o incluso lanzarse a una vida nómada sin más ataduras que las del cabo a tierra.

"Nuestra idea es la de poder utilizar la lámina de agua del Puerto Deportivo de Gijón para un uso más allá de las embarcaciones de recreo", expone Manrique Canteli, director de "Thingtrack". Así, en los muchos espacios libres disponibles los gijoneses proponen la instalación de habitaciones flotantes que, si bien existen en otros puertos del mundo, en este caso juegan con una importante baza a favor: son las primeras plataformas anfibias del mercado. Es decir, "cuando te canses de la habitación en el agua puedes sacarla, desmontarla fácilmente y transportarla en un camión para instalarla por ejemplo en un prado", sostiene Canteli.

Estos apartamentos contarían con zona de estar, dormitorio y una terraza abierta al agua con la máxima privacidad y un acceso en rampa desde el muelle. Las dimensiones estándar son doce por tres metros, de manera que puedan ser fácilmente transportables, y además son "completamente personalizables, tanto por dentro como por fuera". Para ello, la compañía ha establecido alianzas con Javier García, de Lumo Arquitectos; la decoradora Guiomar García o el ingeniero naval Manuel Martínez de Azcoitia, con el objetivo de crear un producto compatible con las normativas portuarias y que se salga de lo habitual.

Uno de los posibles usos (ya tienen un cliente interesado, para el que empezarán a crear el primer prototipo en Tremañes en los próximos meses) es el de hacer de estas habitaciones una suite de hotel para clientes en busca de nuevas experiencias: "Los hoteles del centro pueden ofrecer esta alternativa, con el resto de servicios en su establecimiento". También servirían como "oficina para reuniones especiales, taller de un artista o incluso vivienda permanente", enumeran sus artífices, convencidos de que "hay mercado" porque la oferta habitacional actual ya está saturada y porque el precio parte "de unos 35.000 euros".

Las suites, que reciben el nombre de Akvo, utilizan energías renovables asimilables a las casas pasivas, de manera que con paneles solares y depuradoras integradas no consuman apenas energía ni generen desechos. La intención es que la fabricación se lleve a cabo íntegramente en Asturias y que las habitaciones, con capacidad para dos o tres personas tal y como están siendo diseñadas, puedan venderse en todo el mundo.

La flexibilidad, tanto de usos como de posibles segundas vidas fuera del agua (sólo necesitarían enganche a energía eléctrica y agua corriente) hacen que los gijoneses sean optimistas de cara al futuro, con la intención de iniciar una construcción en serie y poder dar nueva vida a los puertos. "El uso residencial en estos entornos se está imponiendo más que el náutico, no todo el mundo tiene dinero para un yate, pero este alojamiento es más asequible, aseguran.

La intención es la de poder "botar" estos singulares módulos en las aguas de Gijón el año que viene, y que sea "el primero de muchos".

Compartir el artículo

stats