El centro de salud de Perchera, pese a haberse quedado "anticuado y pequeño desde hace años", según los profesionales, ha hecho una pequeña reforma para habilitar dos consultas de Pediatría y recuperar así en el barrio un servicio que, durante la pandemia, se había centralizado en Laviada. La vuelta a las aulas y la inminente llegada de la época de gripe, bronquiolitis y demás enfermedades infantiles obliga a la gerencia sanitaria a regresar a los dos pediatras y una enfermera con las que contaba el servicio. La idea, sin embargo, es más ambiciosa. Según dejó saber ayer la dirección del área sanitaria V al personal, el objetivo es reformar una parte del centro de especialidades de Pumarín para instalar allí la Pediatría en los próximos meses.
La propuesta surge porque las dos nuevas consultas en Perchera son obligatoriamente temporales. Los despachos que ocupaba antes Pediatría se dedican ahora a la atención de adultos, porque la crisis por coronavirus obligó a separar circuitos para atender en espacios diferentes a pacientes con patologías respiratorias y al resto. Sin sitio para la atención pediátrica, la solución ha sido ocupar parte de una sala de espera ahora en desuso -la pandemia prohíbe también la aglomeración de usuarios- con dos consultas improvisadas. "Se están poniendo unas placas de pladur, una cosa muy simple", aclaran los empleados que esperan, no obstante, que la propuesta del centro de Pumarín salga adelante.
Los planes originales de gerencia ya preveían trasladar todo el centro de salud de Perchera al de especialidades de Pumarín cuando la ampliación de Cabueñes permitiese liberar este espacio. Esta nueva reforma en estudio, no obstante, adelantaría estas previsiones -las obras del hospital siguen paralizadas por la pandemia- para ofrecer un espacio "digno" a Pediatría "cuanto antes".
