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Una terraza hostelera ubicada en la calle Corrida.JULIÁN RUS

Los hosteleros piden más mamparas y otro cubrimiento para las terrazas de invierno

El plan que Otea presentará al Ayuntamiento solicitará el cierre de las instalaciones por tres flancos para proteger del mal tiempo

La patronal asturiana de la hostelería, Otea, propondrá al Ayuntamiento de Gijón que permita cerrar con mamparas las terrazas por tres de sus lados, para hacerlas más acogedoras para los clientes durante el invierno, una vez la alcaldesa, Ana González, se ha mostrado receptiva a que estas instalacines permanezcan durante todo el año, evitando así la pérdida de una actividad que permitió a un buen número de negocios de la ciudad capear el temporal provocado por el coronavirus, con restricciones para el consumo en barra y miedo de una parte de la clientela a entrar en interiores. Cuanto más ventilado está un espacio, menor el riesgo de contagio. De ahí que consumir en la calle dé más seguridad a muchos clientes que hacerlo dentro del local. En Gijón solo se admiten actualmente terrazas con paramentos en dos lados: en la parte trasera y en uno de los laterales. Estructura suficiente para el verano, pero que durante el resto de estaciones no protege adecuadamente de la intemperie.

"En otras ciudades se permiten paramentos en tres de los lados e incluso en los cuatro, con una puerta de acceso", explica José Luis Álvarez Almeida", presidente de Otea, quien tras la reunión mantenida el pasado miércoles con la Alcaldesa ha quedado en presentar al Ayuntamiento una propuesta técnica para modificar las terrazas de la ciudad y hacerlas más confortables. El detalle lo elaborarán, en el plazo de una a dos semanas, los técnicos de Otea, pero el dirigente del colectivo ya adelanta que el cierre por un tercer lado de las terrazas estará incluido en su propuesta.

Los técnicos también van a realizar una propuesta sobre el cubrimiento de las terrazas, que actualmente solo se puede hacer con toldos que se levantan a un metro y medio de altura desde los paramentos, algo que con las corrientes de aire del invierno no es la "solución más adecuada", señala Álvarez Almeida. El presidente de Otea indica que fue la propia alcaldesa, Ana González, quien le pidió que presentaran al Ayuntamiento una propuesta técnica para hacer viables en invierno las terrazas: "Están muy preocupados (en el Ayuntamiento) por la actividad del sector ahora se concentra mayoritariamente en las terrazas y cuando llegue el mal tiempo ese negocio puede desaparecer, lo que implica menos rentabilidad, menos puestos de trabajo y más ERTE", explica.

En Gijón, hay más de 600 establecimientos hosteleros con terraza durante el verano, cifra que habitualmente disminuye drásticamente en época invernal. "En la situación actual, entendemos que la gente prefiere estar en las terrazas", indica Álvarez Almeida, por lo que si los hosteleros tienen permiso para contar con las condiciones de confortabilidad adecuada, los negocios las mantendrán.

El presidente de la patronal asturiana de hostelería señala que, una vez que presenten su propuesta, el Ayuntamiento tendrá que estudiar las peticiones del sector y, si le parecen adecuadas, ver si las mismas tienen acomodo dentro de la actual normativa municipal o si tiene que proceder a modificarla, con la tramitación correspondiente, para que los cambios sean posibles. En todo caso, el presidente de Otea recalca que "el Ayuntamiento de Gijón está muy sensibilizado con el sector, quiere que la gente siga usando las terrazas, que sean más cómodas y afables para que cuando llegue el invierno permanecer en ellas sea más agradable de lo que sería con su configuración actual".

De hecho, la propia Alcaldesa ha venido animando a los gijoneses a que opten siempre que les sea posible por los espacios abiertos, como una medida de prevención de contagios. Respecto a las terrazas cerradas "modelo Gijón", no son una alternativa para la mayoría de los negocios hosteleros, ya que suponen una cuantiosa inversión y se trata de concesiones por varios años, no una ocupación del espacio público "en precario", como ocurre con la mayoría de las terrazas de la ciudad.

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