"En las instalaciones del Real Grupo de Cultura Covadonga no existen vertidos de aguas fecales, ni directos ni indirectos, al Piles". Esa es la conclusión del informe técnico encargado por el Grupo a la empresa Delagua y entregado en el registro municipal el pasado jueves, dentro del plazo dado por el Ayuntamiento, a pesar de que Medio Ambiente asegura que no tuvo constancia de él hasta ayer debido el puente festivo. Por eso, indicó hace dos días a LA NUEVA ESPAÑA que el Grupo era la única entidad próxima al cauce sin un plan para atajar vertidos. La entidad considera esa afirmación una "mentira flagrante" por dos motivos: porque el estudio sí estaba presentado en tiempo y forma y, sobre todo, porque el club "nunca ha vertido fecales". Y la enmarca dentro de "un ataque frontal" que asegura sufrir por parte del gobierno local desde hace meses.

El informe del Grupo analiza tres puntos de vertidos de aguas limpias que el Ayuntamiento localizó en una inspección en enero de 2020. En uno de esos puntos, próximo a las piscinas, hay un manantial subterráneo y en varias muestras que se tomaron del Piles se detectaron aguas fecales. El estudio del Grupo ha descubierto un túnel de drenaje freático de gran longitud que no pertenece a las instalaciones de la entidad y que podría ser la causa de los fluidos contaminados.

Los estudios de la red de saneamiento del Grupo se remontan a enero. El club que preside Antonio Corripio presentó un informe al Ayuntamiento elaborado por Delagua, la misma empresa que ha hecho el nuevo estudio. Un informe en el que ya acreditó que no vierte fecales al cauce. Para avalar este estudio, técnicos municipales realizaron una inspección en las instalaciones del club el 27 de enero. Una de las conclusiones de esa visita fue que no se pudo constatar la existencia de vertidos de aguas negras al Piles, tal y como consta en el informe.

Aún así, los técnicos advirtieron tres puntos de vertidos de aguas "aparentemente limpias" al río. Dos de esos puntos están en la parte sur, a la altura del gimnasio y del spa. En esos lugares no hay arquetas de registro, por lo que no se puede comprobar el origen de los vertidos. Sí que remarcan los propios técnicos que, en el momento de realizar sus pesquisas, llovía abundantemente. Por lo que "es probable" que los vertidos correspondan al drenaje del terreno de la senda entre el Grupo y el río.

El segundo punto está a la altura de las piscinas. Según los técnicos, el vertido se produce independientemente de las precipitaciones. Se da la circunstancia que en esa zona existe un manantial subterráneo. La presencia de aguas freáticas la acreditó la Confederación Hidrográfica del Cantábrico en 2007. Este organismo atribuye ese posible vertido a dicho manantial. No obstante, los técnicos municipales, en diferentes tomas, hallaron agua que, aunque pudiendo ser freática, está contaminada con fecales. Se tomaron cinco muestras entre febrero y junio de este año.

Este segundo informe encargado por el Grupo se hizo para esclarecer el origen de esas aguas contaminadas, sin éxito. La investigación fue exhaustiva. Consistió en la inspección de la tubería que vierte al Piles en la zona de la piscina con un robot equipado con una cámara de vídeo. Lo que se encontró fue que, al final de dicho tubo, hay una arqueta a la que se conecta a su vez otro tubo a "90 grados del inspeccionado". Conectado a este conducto, se localiza, a una profundidad de tres metros, "un codo a 90 grados" que conecta con otro que discurre paralelo al primero, a unos tres o cuatro metros de profundidad.

La inspección del conducto se prolongó a lo largo de 18 metros, es decir, hasta que la cámara ya no pudo avanzar más. El estudio afirma, que, por la distancia que alcanza la luz, no hay conexiones externas hacia el tubo en todo el recorrido. Lo que estudio del Grupo asume es que dicho tubo es un conducto para drenaje de agua freática, del que se desconoce su inicio y que podría comenzar "incluso fuera de los terrenos" del club.

Este informe fue entregado por Registro el 8 de octubre a las 17.55 horas (dentro del plazo dado). La concejalía de Medio Ambiente afirmó ayer que el estudio llegó el viernes a última hora y fuera de horario laboral, por lo que no tuvo constancia de él hasta ayer. "No hay ningún problema con el Grupo Covadonga, ni con ninguna entidad próxima al río Piles, pero ellos parecen ser muy sensibles con todo esto", zanjó el concejal de Medio Ambiente, Aurelio Martín.