El eje alrededor de la plazuela de San Miguel que forman las calles Uría y Menéndez Valdés compone, junto a la avenida de la Costa y tramos de la calle San Bernardo, la red de viales del casco urbano que ha visto aumentar la intensidad del tráfico rodado tras el polémico cierre a los coches de tres de los cuatro carriles del Muro de San Lorenzo. Eso es lo que evidencian las franjas rojas que se pueden ver en los mapas incorporados a la estadística del denso y complejo muestrario de datos sobre aforos de tráfico que el concejal de Movilidad, Aurelio Martín, presentó ayer en comisión a la oposición en respuesta a una pregunta de Ciudadanos.
José Carlos Fernández Sarasola, portavoz de la formación naranja, había pedido los aforos de septiembre y octubre para poder ver si el final de las vacaciones y la incorporación del transporte escolar a la dinámica del tráfico diario evidenciaban una situación de cambio sobre los registros de agosto. El escenario general es similar a lo largo de los tres meses marcados, no hay que olvidar, por las excepcionalidades de la situación de crisis sanitaria, social y económica provocada por el covid-19.
El informe elaborado por Movilidad plantea comparativas en cada punto de control de la vigilancia de tráfico con respecto al mismo mes del año pasado. En lo que tiene que ver con las fechas más recientes, y en base al promedio mensual, se observan incrementos que rondan el 50% en los tráficos que pasan por la calle Uría y por San Bernardo, en el tramo de Munuza a la plaza Mayor. Un tramo que, sin embargo en septiembre, no había tenido esa intensidad. Al contrario había registrado un descenso del 22% sobre el mismo periodo del año anterior.
En el tramo de San Bernado a la plaza del Instituto (Parchís) el incremento ronda el 36% con respecto al mismo periodo de 2019 y se ha mantenido a lo largo de las últimas semanas. También hay que tener en cuenta los incrementos, de un 25% en septiembre que baja a un 20% este mes, en la avenida de Castilla, entre el puente del Piles y la avenida de la Costa. Precisamente otra de las vías donde se ha incrementado la circulación entre un 6 u un 20% según la fecha que se mire.
Es evidente que esos incrementos tienen que ver, sustancialmente, con la necesidad de los conductores de buscar rutas alternativas a las que incluían el tránsito por el Muro. Desde la concejalía de Movilidad se deja claro que, en todo caso, esos incrementos que pueden parecer grandes en lo porcentual tienen un reflejo negativo bajo. Ninguna de las subidas en ninguno de los tramos afectados supone acercarse, ni de lejos, a la máxima capacidad del vial.
Desde la concejalía de Aurelio Martín, además, se pone en valor que el cambio en el Muro también ha conllevado rebajas en la intensidad del tráfico en otros puntos de la zona centro y La Arena. De hecho los marcas verdes que se pueden ver en los mapas tienen mayores longitudes que las rojas. Eso sí, son porcentajes menores. Los descensos alrededor del 20% -los más altos- con respecto al año pasado se dejen sentir en los puntos de control de Felipe Menéndez, el tramo de Menéndez Pelayo de Los Campos al paseo del Muro y la propia avenida de Rufo García Rendueles.
También se detectan disminuciones en tramos de viales como Pablo Iglesias, Marqués de Casa Valdés y Ramón y Cajal, por poner unos ejemplos.
